El Tribunal ha avalado abrir, con un máximo de aforo del 70%, los espacios interiores y exteriores de discotecas, bares musicales y espacios similares a partir del 8 de octubre. Excepto para beber, dentro será obligatorio el uso de mascarilla y se permitirá el baile en cualquier zona del local. La principal novedad de esta reapertura tiene que ver con el acceso a estos espacios, ya que se permitirá la entrada a todos los que dispongan de certificado COVID digital válido, es decir, con pauta completa de vacunación, haber pasado la COVID-19 en los últimos meses o disponer de una prueba diagnóstica con resultado negativo, hecha con un máximo de 72 horas de antelación si es una PCR o con 48 horas si se trata de un test rápido de antígenos (TAR) de diagnóstico.
Por ello, desde la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (FEFAC) y la Federación Catalana de Asociaciones de Restauración y Musicales (FECASARM) creen que la propuesta del uso del certificado COVID digital para acceder es una «buena opción para crear espacios de muy bajo riesgo de contagio», pero que hay que resolver un «punto crítico»: el acceso a los TAR de diagnóstico y el target principal de usuarios de estos establecimientos.
Actualmente, las farmacias catalanas utilizan dos tipos de test:
- Los de autodiagnóstico, supervisados por el farmacéutico, a libre petición del ciudadano, que le permiten obtener un informe clínico del CatSalut en su carpeta “La Meva Salut” sin código QR y no financiados por el CatSalut.
- Los de autodiagnóstico, también supervisados, exclusivamente a grupos de personas registradas y designadas por el CatSalut.
Esta situación lleva a que las personas que no dispongan de certificado COVID, las que no estén registradas en el CatSalut, las personas de otras comunidades, los extranjeros no europeos o los residentes no regularizados no puedan recibir a través de la farmacia ningún documento oficial para acreditar a través de la web VerificaCOVID.gencat.cat su estado de inmunidad, y tampoco Salut tiene algún tipo de control epidemiológico sobre las mismas, generándose así posibles focos de contagio incontrolados. En este sentido, desde FECASARM i FEFAC creen que es necesario «habilitar urgentemente a las farmacias para realizar test de diagnóstico que permitan la obtención del certificado DOVID digital de la UE a todos aquellos que lo deseen, notificar los resultados al CatSalut o a Salud Pública para identificar los casos positivos asintomáticos y facilitar el código QR válido para VerificaCOVID.gencat.cat a los casos negativos, sean o no ciudadanos identificados en el CatSalut».
Esta habilitación es algo común no solo en la UE, sino también en otras comunidades de España. En Aragón, el Departamento de Sanidad y el consejo de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Aragón (CCFOFA) suscribieron el pasado mes de junio un acuerdo para la realización de TAR diagnóstico para generar certificados COVID digitales europeos a las farmacias de la comunidad.
«Las farmacias en Cataluña no pueden generar certificados COVID digitales de la UE a cualquier ciudadano, hecho que implica de facto generar barreras de acceso innecesarias al diagnóstico», ha afirmado el farmacéutico y presidente de FEFAC, Antoni Torres. «Si se mantiene el estado actual, se pierden muchas opciones de luchar contra la pandemia con la máxima eficiencia», ha concluido Torres.