El acuerdo, firmado hoy, 15 de febrero, por el presidente de Fedefarma, Vicenç Calduch y el Dr. Josep Brugada y presidente de la asociación Barcelona Salud, es una muestra más de la determinación de la cooperativa por impulsar proyectos que refuercen el papel social de la farmacia. De esta manera, Fedefarma se convierte en el sponsor principal para seguir sumando valor a sus oficinas de farmacia equipándolas de desfibriladores fácilmente identificables y que puedan ayudar a salvar vidas.
Alrededor de 4.000 muertes fulminantes cada año en Cataluña podrían evitarse si uno de estos desfibriladores inteligentes pudiera remontar el ritmo cardíaco perdido en estos casos por pacientes que se ven sorprendidos por un ataque cardíaco. El proyecto, considerado como científico por el Hospital Clínic de Barcelona, implica a sus partners en la instalación de los desfibriladores de última generación en farmacias socias de Fedefarma a fin de evitar episodios de muerte súbita de cualquier ciudadano que pueda estar cerca de una de ellas.
El objetivo no es otro que contribuir a cardioproteger territorios hasta el punto de lograr la acreditación de «espacio cardioprotegido» que otorga el organismo internacional de Institute of Cardioprotective cities vinculado a la OMS.
El programa de cardioprotección se inició con el desarrollo de «Barcelona ciudad cardioprotegida», dotando a 125 farmacias de la ciudad con desfibriladores, a partir de una selección por distritos llevada a cabo por una comisión compuesta por Barcelona Salud, Ajuntament de Barcelona, AFB y el Col·legi de Farmacèutics de Barcelona. En la actualidad 150 farmacias de Barcelona ya han ayudado a salvar vidas de ciudadanos gracias a estos equipos.