El informe, que se presentó ayer en el salón de actos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, insiste en la necesidad de apostar por la mejora de las estrategias de sensibilización e incidencia social sobre el acceso a medicamentos. Es el resultado de más de 18 meses de trabajo y más de 1.200 entrevistas a los colectivos directamente relacionados con los medicamentos o la salud como son los profesionales farmacéuticos, los estudiantes de farmacia, la industria farmacéutica, las administraciones públicas y expertos internacionales.
Con este proyecto, realizado en el marco de la campaña de educación para el desarrollo «Esenciales para la vida» y financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), se abre para Farmamundi una nueva línea de trabajo en la que desarrollar nuevas estrategias de sensibilización enfocadas a cada uno de sus públicos objetivo analizados, con el fin de avanzar en la transformación de la situación actual de la falta de acceso a los medicamentos esenciales de la población mundial y, por tanto, conseguir que la salud sea un derecho universal, objetivo por el que la ONG lleva trabajando casi 20 años.
El acto contó con la participación de expertos sobre acceso a medicamentos como Sergio Galán, jefe del Área de Salud del Departamento Sectorial y Género de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y Ana Aliaga, secretaria general del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CONGRAL), quienes analizaron y debatieron las conclusiones del informe junto al presidente de Farmacéuticos Mundi, José Luís Daroqui y Sara Valverde, secretaria general de Farmamundi.
Conclusiones
El informe se divide en dos partes y entre sus conclusiones destacan las siguientes:
1. Estudio de percepciones. ¿Qué sabe el público vinculado al sector sanitario sobre la falta de acceso a medicamentos esenciales (AME) y su papel para mejorarlo? Tanto los farmacéuticos como los estudiantes de farmacia consideran limitado el papel que ellos como colectivo pueden desempeñar para mejorar el AME. Todos conocen más o menos que el acceso a los fármacos es desigual, pero no identifican las causas concretas de estas diferencias. Variables como el género, la etnia, la existencia o no de un uso racional o de políticas públicas son menos identificadas que, por ejemplo, la disponibilidad física o el precio de los medicamentos. En definitiva, ambos colectivos en general demuestran un conocimiento mínimo y una participación real baja.
2. Estudio de estrategias a seguir. Las áreas de cooperación y algunas de salud de las Administraciones públicas consultadas sí disponen de conocimientos generales sobre el AME, sin embargo, apuntan que la responsabilidad para mejorar esta situación debe recaer a nivel estatal. Por su parte, la industria farmacéutica, concretamente Farmaindustria y la Asociación Española de Genéricos, mostraron gran voluntad de acercamiento, a pesar de la obvia distancia de sus posiciones respecto a las que defienden las ONG. La industria opina, además, que el uso de las patentes afecta de un modo directo e importante en la falta de AME. Por otro lado, los colegios oficiales de farmacéuticos (COF) afirman que se vislumbra un mayor conocimiento, apoyo y compromiso cuando el personal implicado en el propio COF ya participa o colabora con Farmamundi o alguna otra organización humanitaria.
Los resultados del informe sugieren que la sociedad civil y sus colectivos directamente relacionados con los medicamentos o la salud tienen mucho que aportar a la búsqueda de soluciones al problema del AME, en mayor o menor medida y la ONG pretende a partir de ahora adecuar las estrategias de sensibilización y comunicación para llegar a más personas y ampliar el conocimiento de un problema mundial tan acuciante como la falta de acceso a medicamentos en los países empobrecidos.
Cabe resaltar la importancia no sólo de las conclusiones, «sino del proceso de aprendizaje conjunto que este estudio ha generado para Farmamundi como organización, para las personas en particular de todo el equipo involucrado, y también para los colectivos participantes. Un aprendizaje conjunto, que creemos supone un granito de arena más en este ambicioso objetivo de contribuir a la mejora del acceso a medicamentos para millones de personas en todo el planeta», explicó José Luis Daroqui.
Objetivo: la salud como derecho universal
Uno de los pilares fundamentales que sostiene la salud como derecho universal es el acceso a medicamentos. Alrededor de dos mil millones de personas (un tercio de la población mundial) carece todavía de acceso a medicamentos esenciales a precios asequibles para ellos y con una calidad garantizada.
La experiencia de Farmamundi en el ámbito de la salud permite afirmar que «cuando se aplican buenas políticas y directrices de un modo activo, como apelar a los sistemas de provisión fiables, a la financiación sostenible, al precio asequible, al uso racional y a la selección adecuada de medicamentos, factores claros e identificables con los que Farmamundi trabaja desde hace años junto a las ONG locales, se pueden obtener mejoras considerables en la disponibilidad y calidad de medicamentos esenciales», argumenta el presidente de Farmamundi. En los países empobrecidos el acceso a fármacos esenciales de grandes sectores de la población es muy limitado. Los sistemas de salud pública en muchos casos son débiles, tienen escasos recursos, no son eficientes, y por consiguiente su cobertura es baja y no permiten asegurar la universalización del derecho a la salud entre su población.
Promover alianzas y fortalecer el trabajo conjunto
Farmamundi agradece el trabajo de la consultora Transformando y la participación de todas las entidades involucradas en el desarrollo de este estudio: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España, Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Administraciones públicas, facultades de farmacia, industria farmacéutica, Oficina Española de Patentes y Marcas y de las Administraciones de Cooperación y de Salud de las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Asturias, Extremadura, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid y, sobre todo, el compromiso y la deferencia de la Agencia Española para la Cooperación Internacional y el Desarrollo (AECID).