Catorce farmacias madrileñas participan desde este lunes en un proyecto piloto que facilitará el acceso de 61 pacientes VIH positivos a su tratamiento con antirretrovirales a través de una farmacia próxima a su domicilio.
El programa de dispensación de terapia para tratar la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en farmacias está impulsado por la Consejería de Sanidad de Madrid y en él colaboran el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (FJD) y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM).
Los medicamentos antirretrovirales son de diagnóstico hospitalario y su dispensación está restringida al propio hospital que sigue al paciente. El servicio de entrega informada en las oficinas de farmacia busca evaluar en qué medida acercar este tipo de medicamentos al paciente es eficaz y mejora su satisfacción.
Durante un año, los pacientes seleccionados por la Fundación Jiménez Díaz podrán recoger su tratamiento en una farmacia cercana de su elección, ubicada en el distrito de La Latina de la capital madrileña; desde el propio hospital se irá comunicando a los pacientes cuándo se llevará a cabo el inicio del servicio.
De la zona geográfica que fue elegida, todas las farmacias aceptaron participar voluntaria y desinteresadamente en el proyecto piloto de dispensación de Dovato, un medicamento que contiene los principios activos dolutegravir y lamivudina para tratar la infección del VIH.
El programa de dispensación colaborativa entre los profesionales de la farmacia hospitalaria y la farmacia comunitaria se inicia con la prescripción del fármaco, la inclusión del paciente en el sistema y la aceptación del propio paciente para recoger el medicamento en la oficina de farmacia.
El Servicio de Farmacia de la Jiménez Díaz se encargará de preparar la medicación y entregarla a la farmacia elegida por el paciente a través de la distribuidora Cofares, garantizando en todo momento la trazabilidad del medicamento.
Un farmacéutico de la farmacia elegida será el responsable de la recepción, verificación, custodia y entrega informada del tratamiento al paciente, siguiendo el protocolo establecido, y una vez recibida la formación impartida por los médicos y farmacéuticos del centro hospitalario.
Un punto fundamental del proyecto de acercamiento de la medicación a estos pacientes es contar con farmacéuticos que, además de custodiar y entregar estos medicamentos, van a colaborar con el hospital en el proceso de continuidad asistencial, resolviendo dudas y controlando la adherencia en otras labores que diariamente se realizan desde las farmacias.
La Subdirección General de Farmacia y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid realizará el seguimiento de los resultados de esta iniciativa, que servirá de referencia para valorar la extensión del servicio a otros grupos de pacientes.
Evitar desplazamientos innecesarios
El presidente del COFM, Manuel Martínez del Peral, confía en que esta experiencia «contribuya a reforzar el cumplimiento de la terapia y evite desplazamientos innecesarios de los pacientes al hospital, de forma que se pueda extender a otras patologías y contribuya a mejorar la eficiencia».
Las personas que se beneficiarán del servicio de dispensación en la farmacia comunitaria son pacientes crónicos que llevan muchos años en tratamiento con la medicación. La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) calcula que en España había 139.403 pacientes con tratamiento de VIH en 2018.
El programa piloto de dispensación se inscribe dentro de la nueva Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid, que abre la posibilidad de entrega de medicamentos de dispensación hospitalaria en oficinas de farmacia próximas al domicilio del paciente.