La propuesta pasa por facilitar a las farmacias comunitarias que dispensen aquellos medicamentos que hoy se entregan en los hospitales, a coste cero, contando con la colaboración de las empresas de distribución farmacéutica y siguiendo las indicaciones que estimen las autoridades sanitarias. En la actualidad, muchos hospitales están aconsejando que no se acuda a los mismos, y han reducido las visitas para la retirada de los medicamentos por el peligro que conlleva.
Según los farmacéuticos y la distribución «la dispensación en las farmacias, además de acercar el medicamento, humanizar la atención, y reducir riesgos, evitaría otros problemas asociados en el escenario excepcional que vivimos como puede ser abandono de los tratamientos. Además, se aseguraría el seguimiento de los tratamientos y la dispensación por parte de un profesional sanitario, el farmacéutico».