En los últimos años, en el marco del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), se han ido desarrollado diferentes iniciativas para fomentar la implantación de los Programas de Optimización de Uso de los Antibióticos (PROA) debido al incremento de la preocupación por la aparición y propagación de bacterias multirresistentes, la mayor complejidad en el manejo de las enfermedades infecciosas y la mejora en la adecuación de los tratamientos antimicrobianos. La implantación de los PROA en atención primaria es actualmente una línea estratégica de las instituciones sanitarias, ya que la atención primaria es precisamente el nivel asistencial donde tiene lugar el mayor consumo de antibióticos. Según la bibliografía, entre el 85% y el 90% del total de antibióticos se consume en este nivel. En ese sentido, desde la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (SEFAP) quieren reivindicar el “importante” papel de los farmacéuticos de atención primaria en la implantación y coordinación de los PROA.
“El pilar fundamental de los PROA de atención primaria es el equipo multidisciplinar que configura estos programas y en el que está integrado el farmacéutico de atención primaria, que tiene un importante papel tanto en la implantación y coordinación de estos programas como por sus conocimientos en la terapéutica antimicrobiana y en la monitorización e interpretación de los datos de consumo y adecuación de los antibióticos”, afirma Amelia Troncoso Mariño, miembro del grupo de trabajo de Antibióticos de SEFAP y farmacéutica de atención primaria del Institut Català de la Salut (ICS).
Para Troncoso, una peculiaridad de los PROA de atención primaria es su “elevado alcance”, ya que las intervenciones poblacionales que se realizan a través de los mismos tienen impacto sobre un elevado número de profesionales sanitarios y de habitantes. En el caso concreto del PROA de Atención Primaria de Barcelona ciudad del ICS, puesto en marcha en 2021 y que ha sido liderado desde la atención primaria y coordinado por la farmacéutica de atención primaria junto con un médico de familia experto en infecciosas, ese número asciende a casi 4.500 profesionales sanitarios y más de 1.250.000 habitantes a los que prestan atención sanitaria.
“El año 2021 ha sido un año muy marcado por la pandemia donde la actividad asistencial de la atención primaria ha sido todavía atípica, por lo que hemos de ser cautelosos a la hora de interpretar y valorar el impacto de los resultados obtenidos”, afirma Amelia Troncoso, que no obstante señala que, pese a que la atención primaria de Barcelona Ciudad del ICS ya partía de un consumo de antibióticos inferior al resto de territorios de atención primaria de Cataluña, gracias al PROA se ha podido disminuir este consumo y se ha mejorado la adecuación en la solicitud de pruebas diagnósticas y en el uso de antibióticos en cistitis.
La portavoz de SEFAP destaca el importante papel del FAP en la implantación y coordinación de los PROA y el trabajo que éstos han llevado a cabo en el PROA de Barcelona Ciudad del ICS. Entre las actividades realizadas por el FAP cabe destacar la elaboración rigurosa del material de soporte dirigido a profesionales y pacientes, la difusión de este material a través de sesiones formativas realizadas en cada equipo de atención primaria y unidades y el feedback periódico del análisis de los resultados a los profesionales. En este sentido, añade Troncoso, se han realizado 61 sesiones formativas con asistencia multidisciplinar, tanto de profesionales de medicina y como de enfermería.
Para la FAP, por último, la incorporación de la problemática de las resistencias antimicrobianas dentro de los Planes de Salud de las Comunidades Autónomas ayudará a consolidar los PROA de atención primaria y a potenciar el papel del farmacéutico de atención primaria como pieza clave dentro de estos programas. “Los FAP estamos contribuyendo activamente en la mejora de la utilización de los antibióticos en atención primaria”, concluye.