Durante los tres primeros martes de este mes de mayo, los 151 farmacéuticos que trabajan en las ocho áreas de salud en las que el Servicio Extremeño de Salud (SES) divide Extremadura van a movilizarse. Exigen un mayor reconocimiento y denuncian peores condiciones laborales. Consideran que la próxima entrada en vigor del decreto de organización de los centros de salud les discrimina en comparación con otros profesionales de Salud Pública. Uno de los portavoces de esta protesta, Juan Antonio Rol, afirma que tendrán «un 20 % menos en el complemento específico, ni productividad fija ni variable, ni se les reconocerán las acumulaciones de tarea». También entiende que se les degrada, pues son miembros natos del equipo de Atención Primaria y su ámbito de actuación es una zona básica de salud. Pero con ese nuevo decreto de la organización, dicho ámbito se extiende a otra zona de salud limítrofe, lo que puede interferir en la calidad de los servicios que se prestan. La protesta la emprenden esos 151 farmacéuticos junto con los 224 veterinarios que están empleados en esas áreas.
Una tarea poco conocida
Esos farmacéuticos que trabajan en el SES velan por el buen estado de harinas, aceites y aguas potables; controlan la calidad del agua de las piscinas y vigilan posibles riesgos de legionella. Están incluidos en Salud Pública, considerada por muchos como la hermana pobre de la atención sanitaria. Reclaman que ese nuevo reglamento incluya el citado complemento específico de atención continuada farmacéutica, que cubre jornadas comprendidas entre las 3 de la tarde y las 8 de la mañana del día siguiente, o las 24 horas del día en fines de semana. Si se diera una alerta alimentaria un viernes por la tarde, no se empezarían a hacer inspecciones o análisis hasta el lunes siguiente. Un complemento cuya existencia niega el consejero de Sanidad, José María Vergeles. Por estos motivos van a protestar los tres primeros martes de mayo en Cáceres, Badajoz y Plasencia. Hace poco también lo hicieron en Mérida ante la sede del SES.