En cambio, el gasto farmacéutico por receta se movió en junio y julio en los 12,07 y 12,18 euros respectivamente. Siguen siendo los valores más altos de las comunidades, cuando la media suele situarse en los 11,50 euros por prescripción.
A pesar de esta tendencia, que persiste en el tiempo, no es la autonomía con el gasto farmacéutico más elevado, pues en julio sólo creció una décima interanual, hasta los 308,6 millones de euros. Al comentar estas cifras, el consejero de Sanidad, José María Vergeles, decía en la Asamblea extremeña que «está orgulloso de tener el gasto sanitario más elevado de España, está profundamente satisfecho pues de ese desembolso sólo el 1% es gasto privado y el resto, el 99%, gasto público». Con todo, sacó a relucir esa contención del gasto farmacéutico hospitalario y sanitario, y argumentó que «algo estaremos haciendo bien con la Comisión del Uso Racional del Medicamento y con las medidas de la Compra Centralizada que estamos realizando».
La situación económica
Durante los últimos meses, la región aparece en las estadísticas del Ministerio de Sanidad, como la que tiene el gasto por receta más alto. A este índice a veces también se le une el gasto por habitante. Vergeles explicó que «estamos aplicando las medidas que debamos realizar para reducir ese gasto en farmacia», pero añadió: «Vivimos en una tierra donde la población, por su situación económica, va a la consulta médica hasta a por un Nolotil, y orgulloso de hacerlo en un sistema sanitario como el que tenemos».
Extremadura es la demarcación española con la renta más baja y con una población muy dispersa. Elementos que dificultan el acceso a los medicamentos.