Aunque hay 8 espacios similares en toda España, el museo extremeño es el único registrado como tal. Cuenta con más de mil piezas de los siglos XVIII, XIX y XX, de las que se exponen casi 600 y el resto están por restaurar. Comenzó con la donación de 60 objetos y luego fue creciendo hasta crear una colección dividida en dos partes, la rebotica y el laboratorio. En la primera hay albarelos, frascos de vidrio o pildoreros. En la segunda se pueden ver jeringas de cristal, pipetas, esterilizadores o separadores de fases. No faltan carteles publicitarios de época y cuadros de formulación. El farmacéutico y responsable de este museo, Virginio García, destaca la labor divulgadora, sobre todo entre los más pequeños, pues «a los niños les llaman mucho la atención los recipientes, los comprimidos, que ya no son los mismos, los instrumentos anticuados, que ellos pueden usar». Lo más llamativo es un almirez de cobre del siglo XVIII o un pesado maletín de madera para análisis clínicos. El Museo de Farmacia de Extremadura dispone de una biblioteca con formularios magistrales, el más antiguo es de 1865, que aún se pueden leer.
Fines sociales y culturales
Éste es el cometido de dicha exposición permanente. Además de su claro valor ilustrativo también aboga por continuar la carrera profesional entre aquellos que aspiran a estudiar Farmacia. Asimismo, refleja lo que ha cambiado esta profesión en los últimos 200 años. Un claro ejemplo de ello son los albarelos, bellos frascos de cerámica con inscripciones que podían contener de todo; como afirma Virginio García, «guardaban cualquier tipo de sustancia, tóxica o venenosa, que administrada en pocas cantidades y de forma sabia, servían para curar y hacer un efecto beneficioso, no perjudicial».
El Museo de Farmacia de Extremadura está en constante crecimiento y el presidente honorífico del Centro de Cirugía de Mínima Invasión, el propio Jesús Usón, ha pedido la colaboración de todos los farmacéuticos extremeños para que contribuyan con donaciones o cesiones, si ese es su deseo. Está abierto de lunes a viernes, de 10 a 14 horas y de 15 a 18 horas y la entrada es gratuita. Se encuentra en la carretera N-521, kilómetro 41,8, en Cáceres y para pedir más información o concertar visitas se puede contactar en el e-mail ccmi@ccmijesususon.com