En este sentido, se ha considerado a los farmacéuticos entre los profesionales sanitarios prioritarios para proteger, por su contacto directo con la población, dotándoles de mascarillas para garantizar así la continuidad de la prestación farmacéutica y el acceso a los medicamentos. Además, algunos países, como Francia, han aprovechado la extensa red de farmacias para distribuir mascarillas de la reserva estatal a la población y a otros profesionales sanitarios. En el mismo ámbito de la prevención, muchos países han autorizado a las farmacias comunitarias y hospitalarias a preparar soluciones hidroalcohólicas con el fin de alcanzar el mayor número de ciudadanos y evitar contagios.
Acceso al medicamento
En el contexto actual y con ciudadanos y pacientes confinados en sus hogares, es fundamental garantizar la continuidad de los tratamientos facilitando su accesibilidad. En Italia, las farmacias, en colaboración con Cruz Roja, han habilitado un servicio de dispensación a domicilio para ciertos colectivos como personas mayores de 65 años en cuarentena. Igualmente, en Portugal se ha autorizado la dispensación excepcional de algunos medicamentos hospitalarios en la farmacia comunitaria, en línea con la práctica habitual en nuestro entorno europeo y países OCDE, y también de acuerdo con las últimas recomendaciones de la OMS de considerar modelos alternativos para la prestación de atención sanitaria, entre ellos, las farmacias comunitarias.
El presidente de la Agrupación Farmacéutica Europea (PGEU), Duarte Santos, destaca como en esta «emergencia de salud pública sin precedentes, la densa red europea de farmacias está desempeñando un papel crucial, proporcionando información rigurosa a la población y aliviando la presión asistencial sobre el resto del sistema». Además, Santos recuerda la importancia ahora más que nunca de evitar abandonos de tratamientos y facilitar el acceso a todos los medicamentos. «Los farmacéuticos están haciendo y seguirán haciendo todo lo posible para garantizar el acceso continuo a los tratamientos», ha concluido.
Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos de España y miembro del Comité Ejecutivo de PGEU, señala que la tendencia es mundial. «En Europa, pero también el resto del mundo, están contando con las farmacias, por su potencial en labores de salud pública y ahora más que nunca para facilitar el acceso al medicamento en situaciones excepcionales». Además, en España «las organizaciones colegiales estamos trabajando con las comunidades autónomas y las mutualidades de funcionarios del Estado en esta misma línea y hemos puesto en marcha con agilidad soluciones en las misma línea que el resto de Europa», concluye Aguilar.
Dominique Jordan, presidente de la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), subraya el valor del servicio que están ofreciendo los farmacéuticos en todo el mundo «“y su importante contribución para aliviar la enorme presión que se está ejerciendo sobre los sistemas de salud». Además, Jordan insiste en el trabajo que desarrollan para garantizar la continuidad de los tratamientos «asegurando que los pacientes, en particular los más vulnerables, sigan recibiendo sus medicamentos». Por último el presidente de FIP recuerda la necesidad de que «los farmacéuticos comunitarios, en particular, deben tomar las medidas apropiadas para proteger tanto a sus equipos como a sus pacientes».