¿Estómago en llamas? Soluciones naturales para devolverle la calma

La acidez y el ardor de estómago son problemas muy comunes, tanto que resulta difícil encontrar a alguien que no los haya padecido en alguna ocasión.Comidas rápidas y poco equilibradas, humo, alcohol y un ritmo de vida frenético son algunas de las causas más corrientes que provocan estas molestias, a menudo asociadas también con reflujo y gastritis. El estrés y la ansiedad contribuyen, a su vez, en gran medida al desarrollo de la acidez.

¿Estómago en llamas? Soluciones naturales para devolverle la calma
¿Estómago en llamas? Soluciones naturales para devolverle la calma

Todos hemos sufrido ardor tras una comida copiosa a lo largo de nuestra vida. Aunque se trata de un trastorno que, en principio, no reviste gravedad si se produce esporádicamente, puede afectar a la calidad de vida (interrumpir el sueño, influir en el rendimiento laboral...) y las relaciones sociales de las personas que lo padecen de forma habitual. Un problema que se ha incrementado alrededor de un 50% en la última década, según recoge un estudio realizado por científicos noruegos y publicado en la revista especializada Gut.

¿Por qué sentimos ardor y acidez?
Nuestro estómago está preparado para convivir con los jugos gástricos gracias al «moco» gástrico. Se trata de un gel formado por una substancia llamada «mucina», que actúa como barrera, y por bicarbonato, que neutraliza el ácido en la proximidad inmediata de la mucosa. El problema aparece cuando esta mucosa protectora se debilita y es entonces cuando los jugos gástricos pueden dañar e inflamar las paredes del estómago.
«Otra de las causas comunes de ardor es la inflamación del esófago, causada por el reflujo ácido de los jugos gástricos. Cuando comemos, el alimento atraviesa el esófago y llega al estómago gracias a la fuerza de la gravedad y a los movimientos rítmicos de la musculatura. El paso al estómago se regula gracias a un anillo muscular especial que se relaja para dejar pasar la comida. El mismo esfínter se vuelve a cerrar y, con ello, impide el reflujo hacia arriba del contenido gástrico. No obstante, si lo hace cuando no debe, o bien durante la misma digestión, la mucosa del esófago, que no está provista de sistemas de protección contra el ácido clorhídrico producido por el estómago, se irrita. Y esta es la causa del ardor, dolor y sensación de eruptos ácidos», nos explica Elisabetta Boncompagni, farmacéutica y doctora en Química y Técnica Farmacéutica.

Manzanilla (Aboca)10 claves para combatirlo
A veces simplemente cambiando alguno de nuestros «malos hábitos» podemos corregirlo. Se trata de gestos sencillos que ayudan a activar la barrera protectora de nuestro organismo.
1. Mastica despacio y lentamente. La trituración y el desmenuzamiento de los alimentos facilita la actividad gástrica de la digestión reduciendo el tiempo de permanencia de la comida en el estómago.
2. Olvídate del tabaco: el humo favorece el reflujo, aumenta la acidez gástrica y hace más susceptibles las paredes del estómago a los ataques del ácido.
3. Potencia los mecanismos naturales de protección del estómago y del esófago con una barrera activa que integre sus defensas fisiológicas. Por ejemplo con polisacáridos de aloe, malva y altea.
4. Los concentrados de manzanilla y regaliz también resultan beneficiosos por ser ricos en flavonoides que en contacto con las mucosas irritadas desarrollan una acción antioxidante que contribuye a contrarrestar la inflamación localmente.
También ayudan a prevenir.
5. Limita las bebidas gaseosas, el té y especialmente el café, pues estimula la producción de ácido en el estómago y facilita la apertura del esfínter esofágico inferior. Olvídate también del alcohol, ya que contiene sustancias difíciles de metabolizar que irritan el estómago.
6. Evita las comidas copiosas, los fritos y los alimentos especialmente ricos en grasas, para cuya digestión se necesita normalmente una cantidad mayor de ácidos. Descarta también el uso abusivo de especias, de chocolate y de zumos cítricos.
7. Incluye en tu dieta patata y zanahoria (neutralizan la acidez), arroz y manzana (desinflaman la mucosa digestiva), y avena en copos (contiene mucílagos, fibra soluble suavizante de la mucosa gástrica).
8. Controla la temperatura de las comidas, no convienen ni muy calientes ni muy frías.
9. Bebe mucha agua para diluir los ácidos y come poco y a menudo. Son comportamientos que pueden ayudar a prevenir los síntomas.
10. Combate el sedentarismo y practica ejercicio físico regular 30 minutos o más al día.

Más información:
www.aboca.com

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