España reduce el consumo de antibióticos un 6,7%, pero sigue estando por encima de la media europea

En el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, el papel del farmacéutico resulta fundamental en la lucha contra las resistencias microbianas

Imagen de la campaña del MInisterio de Sanidad para el uso responsable de los antibióticos.

El consumo de antibióticos ha caído en España un 6,7 % entre 2019 y 2022, frente a un 2,5 % en el conjunto de la Unión Europea, siendo uno de los países europeos en los que más se ha reducido, aunque se sigue situando como el séptimo con  mayor consumo de estos medicamentos con 21,7 Dosis Diarias Definidas por mil habitantes y día (DHD) frente a las 17,8 DHD de la media europea, según se recoge en el informe “Panorama de las resistencias microbianas y nuevos antibióticos” elaborado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos coincidiendo con la celebración, el 18 de noviembre, del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos.

España continúa situándose por encima de la media europea en el consumo de antibióticos a nivel comunitario, aunque desde que se implementó el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), España ha sido el tercer país europeo con mayor reducción del consumo de antibióticos en salud humana (-17 %) y el primero en sanidad animal (-69,5 %), y en el ámbito hospitalario el consumo está ligeramente por debajo de la media europea (1,52 vs. 1,60 DHD), como se recoge en el documento. 

En el marco de la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos y el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, desde el PRAN se ha lanzado la campaña “Antibióticos, protegernos es su trabajo. El tuyo, usarlos bien” con el objetivo de esta campaña es concienciar a toda la población sobre el uso adecuado de los antibióticos.

Vigilancia

En cuanto a la vigilancia de las resistencias, en un informe reciente de la Red Europea de Vigilancia de las Resistencias Antimicrobianas (EARS-Net, por sus siglas en inglés) se estima que en el año 2020 se produjeron en la Unión Europea más de 800 000 infecciones por bacterias resistentes a antibióticos, y que estas fueron la causa directa de más 35.000 muertes.

En España, se ha observado un incremento de la incidencia de determinadas infecciones por microorganismos resistentes en el periodo 2019-2022, como por S. aureus resistente a meticilina (SARM), con un aumento del 9,7 % que contrasta con un descenso del 12,2 % para el conjunto de países de la UE; o Escherichia coli resistente a cefalosporinas de tercera generación (+29,5 % vs. -16,8 % en la UE); en cambio, a pesar de un notable aumento de la incidencia de infecciones por Klebsiella pneumoniae resistente a carbapenémicos (+42,5 %), el incremento en nuestro país fue inferior al del conjunto de la UE (+49,7 %), según detalla la revisión del CGCOF.

Nuevos antibióticos

En este escenario, el desarrollo de nuevos antibióticos ha sido hasta ahora insuficiente para compensar la creciente aparición de resistencias. En el último lustro –desde el 1 de enero de 2020–, en España únicamente se han incorporado cinco nuevos fármacos antibióticos –oritavancina, delafloxacino, cefiderocol y las combinaciones de meropenem/vaborbactam e imipenem/cilastatina/relebactam– de los siete últimos autorizados en la UE, que incluyen también a lefamulina y cefepima/enmetazobactam.

Entre las estrategias para evitar el problema de las resistencias antimicrobianas hay que destacar la importancia de la vacunación y de enfoques farmacoterapéuticos innovadores, por ejemplo, a partir de anticuerpos monoclonales o la terapia con fagos o fagoterapia, un enfoque terapéutico que emplea bacteriófagos, que son virus que infectan y destruyen bacterias, con el objetivo de tratar infecciones bacterianas.

En cuanto a las vacunas, el informe destaca que son otro elemento fundamental en la lucha contra las enfermedades infecciosas, yendo mucho más allá de su función primaria de prevención individual, ya que también contribuyen a la inmunidad colectiva, reduciendo la transmisión de patógenos dentro de la comunidad.

Además, más allá del aspecto sanitario, las vacunas son una estrategia extremadamente coste-eficiente. En un reciente estudio realizado en España, se ha estimado que cada euro invertido en el Calendario Común de Vacunación reporta entre 2,91 y 4,58 €, con un beneficio económico total de alrededor de 800 millones de euros.

Educación sanitaria desde la farmacia

El farmacéutico, desde sus múltiples ámbitos de actuación –desde la investigación hasta la dispensación y optimización de su uso– asume una inequívoca responsabilidad y oportunidad de actuación en el control de las resistencias antimicrobianas. Uno de los papeles fundamentales de los farmacéuticos, en el marco del desarrollo de los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales, es la educación sanitaria. En este sentido, la farmacia comunitaria constituye un establecimiento sanitario de especial relevancia en el que se ofrecen una serie recomendaciones básicas en relación a la dispensación de antibióticos, entre otras:

  • Derivación al médico ante un síntoma que identifique con alguna enfermedad infecciosa. Alertar del peligro del autodiagnóstico que pueda conducir a una errónea automedicación.
  • Negación de la dispensación de un antibiótico sin la correspondiente prescripción médica, tanto por motivos legales como sanitarios. 
  • Insistir a la población en que muchas enfermedades comunes de causa microbiana, como la gripe o el resfriado, no son producidas por bacterias sino por virus o, en todo caso, por otros microorganismos diferentes de las bacterias y, por tanto, el uso de antibióticos resulta completamente inútil y además facilita la selección y proliferación de bacterias resistentes al antibiótico improcedentemente utilizado.
  • Informar de que la utilización de restos de tratamientos antibióticos previos supone un grave riesgo para la salud, tanto por su uso inadecuado como por la posibilidad de que estén deteriorados (caducados o estropeados por un almacenamiento en condiciones improcedentes). Por ello, tales restos deben ser llevados a la farmacia, para que a través de ella se proceda a su recogida en los puntos SIGRE en las condiciones ecológicas adecuadas.
  • Insistir al paciente en la necesidad de cumplir el tratamiento completo, aunque mejoren antes los síntomas. Si se interrumpe el tratamiento antes, se corre el riesgo de que la bacteria patógena vuelva a reproducirse y desarrolle mecanismos de resistencia frente al antibiótico utilizado, produciendo así una infección potencialmente más grave y facilitando la diseminación de cepas resistentes.
  • Recordar que los antibióticos son fármacos generalmente seguros aunque, como todo medicamento, pueden producir efectos adversos en algunos casos:
    • La alergia a determinados antibióticos (particularmente, a los betalactámicos) es uno de los efectos adversos más conocidos y habituales; por ello, el paciente debe estar informado si es alérgico.
    • La persistencia de diarrea durante más de dos días consecutivos durante o inmediatamente después de un tratamiento antibiótico hace aconsejable la consulta al médico.

Recomendaciones

Desde la Agrupación Farmacéutica Europea se ha reclamado la implementación de una serie de políticas públicas a nivel europeo con el objetivo de reforzar el papel de la farmacia frente a las resistencias antimicrobianas:

Labor del farmacéutico

  • Expandir los servicios asistenciales farmacéuticos dirigidos a la derivación, prescripción y uso racional y eliminación de los antibióticos, asegurando así el apoyo adecuado a los pacientes para combatir las resistencias antimicrobianas en atención primaria.
  • Apoyar el desarrollo de la labor del farmacéutico a través de una adecuada remuneración de los servicios asistenciales en la detección de infecciones microbianas.
  • Desarrollar nuevos servicios asistenciales y protocolos para el abordaje de problemas comunes, evitando visitas innecesarias a atención primaria o urgencias.
  • Expandir los servicios de vacunación en farmacias.
  • Reforzar la educación y la capacitación de los estudiantes y la formación continuada en materia de resistencias antimicrobianas.
  • Implementar, revisar y mantener medidas de prevención y control de infecciones en las farmacias.
  • Asegurar que los planes de gestión de residuos y recolección de muestras están adecuadamente financiados, allí donde se implementen.

Evitar y abordar el desabastecimiento de medicamentos antibióticos

  • Aprobar medidas nacionales para dotar a los farmacéuticos de mayor flexibilidad en la búsqueda de alternativas cuando un medicamento no está disponible.
  • Garantizar el suministro para los antimicrobianos ya existentes.
  • Combatir la venta extracomunitaria de antimicrobianos.

Prescripción y envase

  • Promover cambios legislativos y en la práctica clínica para que las recetas especifiquen siempre la indicación.
  • Simplificar y armonizar la prescripción y dispensación de antimicrobianos en envases adecuados a la duración del tratamiento.
  • Promover el uso racional de antimicrobianos a través de campañas en farmacias comunitarias.

Comunicación

  • Implementar el uso de registros electrónicos de salud.
  • Implementar a nivel de la UE la prescripción y dispensación a través de receta electrónica, para facilitar la recolección de datos de prescripción y dispensación de antibióticos.
  • Continuar involucrando y apoyando a los farmacéuticos comunitarios en los Planes de Acción frente a las resistencias antimicrobianas.
  • Aumento de la colaboración y comunicación entre farmacéuticos comunitarios y prescriptores, así como con otros profesionales sanitarios, agentes reguladores, industria, pacientes y la población en la lucha frente a las resistencias antimicrobianas.

Innovación

  • Construir nuevos modelos de negocio/incentivos que permitan estimular el desarrollo de nuevos antibióticos.
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Enlace al Informe “Panorama de las resistencias microbianas y nuevos antibióticos”