En torno a estos temas surgieron muchos otros como la necesidad de desarrollar una actividad colaborativa con las distintas estructuras y niveles asistenciales o, de forma especial, la importancia de trabajar para que la farmacia comunitaria pueda prestar sus servicios tanto de modo presencial como a distancia o a domicilio. A todo ello hay que añadir que Cofares presentó el proyecto FISA: farmacia punto de información sanitaria, que la presidenta de IFC, Yolanda Tellaeche, calificó como «un proyecto de la profesión para la profesión».
El director del encuentro, Julio Sánchez Fierro, ya apuntó en el acto inaugural los derroteros que iba a seguir la Jornada: «Las nuevas tecnologías –dijo– no solo nos importan como ciudadanos en general, sino desde el punto de vista farmacéutico, ya que implican una nueva forma de gestionar las farmacias». Y en el mismo acto, el presidente del Grupo Cofares, Carlos González Bosch, dejó muy claro el punto de partida: «La oficina de farmacia se enfrenta a un nuevo reto. Los nuevos medios implican una sociedad con más conocimientos, una sociedad que, además, ha dejado clara la necesidad de una asistencia domiciliaria. Pero aunque la oficina de farmacia ha sido pionera en la utilización de las herramientas digitales, está atrasada en su empleo para comunicar con el paciente o en la utilización de plataformas que nos permitan hacer una profesión colaborativa». Por ello, González Bosch invitó a empresas y farmacias a que colaboren con este futuro tecnológico, «porque ahí está esa respuesta que la sociedad demanda y que la farmacia puede dar».
En la misma idea incidió Agustín Rivero, director general de Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, quien puntualizó que «las áreas farmacéuticas y el medicamento exigen un impecable funcionamiento tecnológico, así como mantener un nivel elevado respecto a la calidad de sus datos». A este respecto habló de temas como la receta electrónica o la historia clínica y destacó la necesidad de trabajar en la trazabilidad de los medicamentos, «algo en lo que las farmacias tendrán mucho que decir».
Formación
Tras el acto inaugural se sucedieron varias ponencias que planteaban el tema de la formación y las nuevas tecnologías desde diversas perspectivas. Alicia López Castellano, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud CEU UCH, afirmó que en la actualidad «lo importante no es qué estudiar, sino qué ser». Explicó que «se está pasando de la teoría a la práctica» y opinó que «se ha de formar al alumno en competencias y habilidades que la capaciten para la práctica profesional y que sepan trabajar en equipo».
Jesús Gómez, presidente de SEFAC, puso el énfasis en la necesidad de lograr que se valore la actividad profesional del farmacéutico. Habló de trabajar con protocolos, con otras sociedades, de la capacitación en servicios profesionales farmacéuticos y del desarrollo de la carrera profesional, que consideró una motivación y el reflejo del derecho del farmacéutico a progresar de forma individualizada. Jesús Gómez cerró su intervención anunciando que SEFAC tendrá en breve además de la sede madrileña una sede nacional en Barcelona, como forma de «tender puentes y de que haya diálogo».
Por su parte, Asunción Redín, directora del IFC, dejó claro que la formación debe ser planificada y explicó algunos de los programas en los que trabaja el Instituto como el programa de Gestión excelente o el programa T-Ayuda, al tiempo que anunció la puesta en marcha de un nuevo programa para formar a farmacéuticos especialistas en gestión (Programa de Gestión y Desarrollo Directivo del Sector Farmacéutico).
El tema de la formación también se debatió en la siguiente mesa redonda, donde hubo interesantes aportaciones, como la del oftalmólogo Jacobo Yáñez, que habló de los cursos masivos abiertos en red, conocidos como MOOC, que ya aúnan a millones de alumnos en todo el mundo, lo que le llevó a asegurar que «la formación marcará la diferencia entre los diferentes modelos de e-commerce» y que «la venta asociada al conocimiento es un concepto ganador».
Pero fueron las nuevas tecnologías las que centraron la mayor parte de las intervenciones de la Jornada. «Renovarse o morir». La frase la dijo al inicio de su intervención José Manuel Chao, socio-director de Plexus, S.L., pero bien podría ser la conclusión principal del encuentro. Algo parecido dijo también el neurólogo Ignacio Hernández al afirmar que «sin el apoyo de la inteligencia artificial en pocos años no vamos a poder gestionar la salud de los pacientes», llegando a afirmar incluso que «el diagnóstico va a pasar a manos de las máquinas antes de lo que creemos».
Aunque algunos ponentes expresaron dudas respecto a la inmediatez con la que se están produciendo los cambios y avisaron de la necesidad de actuar con calma (a este respecto no hay que olvidar la intervención del abogado Ricardo de Lorenzo relativa a la protección de datos gestionados por la farmacia comunitaria), lo cierto es que hubo coincidencia en el hecho de que este nuevo mundo ya es imparable, que hay que intentar utilizar las nuevas herramientas lo mejor posible y sacar el máximo partido. Xavier Olba, responsable del Campus Sanofi, resumió así los beneficios del uso de las herramientas digitales: formación, identidad digital, trabajar de forma más eficiente, mejorar la formación del paciente, mejorar la experiencia de los pacientes y generar conocimientos de los datos de salud.
El mismo presidente de anefp, Jordi Ramentol, aunque alertó respecto a la falta de regulación de muchas de las nuevas herramientas tecnológicas, terminó su conferencia de clausura anunciando que la asociación está trabajando en la primera guía de buenas prácticas de comunicación digital en medicamentos sin receta. Un claro ejemplo de que la sociedad ha entrado en una nueva era. El VI Encuentro Profesional Farmacéutico del Instituto de Formación Cofares ofreció numerosas pistas para quienes no quieran quedase atrás.
Conclusiones del VI Encuentro Profesional Farmacéutico del Instituto de Formación Cofares