El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha inaugurado hoy la 32 edición del Encuentro Europeo de la Farmacia, en un acto celebrado en el recinto ferial de Ifema que ha contado con los principales representantes de la farmacia española.
Enrique Ruiz ha destacado la proyección de Infarma, un evento que “impulsa a la farmacia española e internacional gracias a la colaboración de los colegios de farmacéuticos de Madrid y Barcelona, y a la calidad del programa científico y la importancia de los avances e innovaciones que se presentan”. El consejero ha aprovechado para agradecer una vez más “el nivel de compromiso y esfuerzo de los farmacéuticos durante esta crisis, demostrando siempre una gran solidaridad. Lo hizo con la COVID y lo hace ahora, movilizándose en socorro del pueblo ucraniano”.
El consejero se ha referido al anteproyecto de Ley de Farmacia que tramita el Gobierno de la Comunidad de Madrid. “Una norma que nos va a permitir contar con una legislación propia de este siglo”, ha remarcado. Además de adaptar el concepto de dispensación de fármacos a la realidad actual, reivindicando la importancia del profesional y mejorando la cercanía con el paciente, aportará “flexibilidad horaria, reducción de cargas administrativas y potenciará al máximo todas las funciones de los farmacéuticos en esta nueva realidad asistencial”, según ha resaltado. Ruiz Escudero ha avanzado que el objetivo del Ejecutivo es llevar el anteproyecto a Consejo de Gobierno el próximo mes de abril.
Organizado por los colegios oficiales de farmacéuticos de Madrid y Barcelona, en colaboración con Interalia, Infarma reúne durante tres días a 430 empresas del sector y más de 30.000 profesionales, de los que más de la mitad son farmacéuticos.
El presidente en funciones del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, Luis González Díez, ha resaltado que la presente edición es la del reencuentro del sector después de dos años de pandemia, “un triunfo colectivo de todos y, en especial, de los profesionales de un sector que siempre da la cara”.
En su intervención, Luis González ha llamado a la colaboración institucional y profesional para impulsar “nuevas áreas de desarrollo de la profesión en el terreno de la prevención, la vacunación, los cribados o la atención farmacéutica domiciliaria, tal y como hemos hecho los farmacéuticos madrileños durante la pandemia”. En este sentido, ha remarcado el papel del farmacéutico como agente de salud pública en estrecha colaboración con el resto de los profesionales sanitarios.
El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, Jordi Casas Sánchez, ha destacado “el récord de congresistas y expositores inscritos” en la presente edición, un logro de Infarma que “demuestra lo que es posible gracias a la colaboración de los tres organizadores”.
El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Jesús Aguilar Santamaría, ha manifestado que “es el momento de reforzar el modelo de dispensación colaborativa entre farmacéuticos hospitalarios y comunitarios, asegurando siempre la custodia farmacéutica de los medicamentos. No nos equivoquemos. Las tecnologías nos pueden ayudar como herramienta, pero el contacto del ciudadano con el farmacéutico ha sido el éxito de esta pandemia y no lo podemos perder. También es urgente actuar con contundencia poniendo freno a iniciativas que rompen y amenazan la seguridad de la cadena del medicamento, y actuar para asegurar las máximas garantías sanitarias y farmacéuticas”.
En la inauguración también ha intervenido el director del Congreso, Óscar López Moreno, quien ha señalado que Infarma es “el encuentro fundamental de la farmacia española y europea, resultado de la culminación del trabajo de los colegios de farmacéuticos de Barcelona y Madrid.
“La Ley de Farmacia cierra el delivery”
La directora general de Inspección y Ordenación Sanitaria del Gobierno madrileño, Elena Mantilla García, ha sido la primera en abrir el programa científico del Congreso con una ponencia centrada en el anteproyecto de Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la región, una regulación “necesaria”, según ha defendido, porque la actual normativa data de 1998 y es anterior, por lo tanto, a las transferencias de las competencias del Insalud, cedidas a la Comunidad de Madrid en 2021.
Entre las novedades recogidas en el anteproyecto, ha destacado la atención farmacéutica domiciliaria prestada por las oficinas de farmacia durante la pandemia, preservando “el carácter profesional de la prestación del servicio y cumpliendo las garantías de control y calidad exigidas a las oficinas de farmacia de acuerdo a un protocolo”. Elena Mantilla ha subrayado que esta prestación “no abre la puerta a otros agentes ajenos a la propia farmacia, sino que cierra la posibilidad del tan temido delivery”. En su opinión, aclara “el papel inequívoco del farmacéutico en la dispensación, limitando la entrega de los medicamentos al personal propio de la oficina de farmacia y preservando el papel único y exclusivo de la oficina de farmacia”.
El nuevo anteproyecto de ley regula otros aspectos que “dan respuesta a las necesidades actuales”, como los sistemas personales de dosificación, el compromiso medioambiental a través de la eliminación de medicamentos caducados o no utilizados, la incorporación de nutrición y dietética como nuevas secciones profesionales de las oficinas de farmacia que serán un estímulo a la economía y al empleo o la posibilidad de comunicar y publicitar funciones y servicios propios. Mantilla también ha mencionado el establecimiento de un único módulo poblacional que garantiza la atención farmacéutica en municipios que cuenten con farmacia única, la flexibilización de los horarios de las oficinas de farmacia, la regulación de la atención farmacéutica en centros residenciales o la participación de las farmacias en los dispositivos de emergencia, catástrofe o peligro para la salud pública, entre otras novedades.
Por último, la directora general considera que la futura normativa dará respuesta a las demandas de los ciudadanos al potenciar el papel de la farmacia en el ámbito de la salud, reducir cargas administrativas, preservar la farmacia en poblaciones de menos de 2.000 habitantes y garantizar la viabilidad de las farmacias existentes.
“Los pacientes son ahora conscientes que hay profesionales, los farmacéuticos, que más allá de situaciones de crisis o de emergencia sanitaria, pueden aportarles mucho evitando desplazamientos, contagios y ayudado a descongestionar los centros de salud”, ha asegurado.