Extremadura es un territorio muy rural y fue la primera comunidad que se acogió al decreto estatal de apoyar a las farmacias con problemas. De las 670 apotecas en activo, 440 se encuentran en pequeñas poblaciones y de ellas 33 fueron catalogadas como VEC en 2019. Según la ley extremeña, estas tienen derecho a cobrar una subvención de hasta 833 euros al mes. Pero el presidente de COEXFAR, Cecilio Venegas, aclara que «ese apoyo se mueve entre los 100 y los 500 euros».
Hacia un cambio de modelo
El consejero de Sanidad, José María Vergeles, reitera que «hay que cambiar el modelo de ayuda a estas farmacias. En vez de subvencionarlas se las debería valorar por la dispensación que ejercen, pero también por el asesoramiento y acompañamiento farmacológico que ofrecen». Además, la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR) insiste una y otra vez en que esos profesionales deberían cobrar unos 1.250 euros al mes, como los farmacéuticos de la Administración.