Lo que más le preocupa a Ceciliano Franco es la distancia con otras regiones similares en población a Extremadura. Ceciliano Franco reconoce que el gasto en farmacia en Asturias, Galicia y Castilla-La Mancha es de unos 50 euros menos al año por ciudadano. Su departamento está barajando nuevas causas, «como el incremento del autoconsumo en los hogares o la subida del número de polimedicados».
Hasta ahora, esta desviación se ha ido explicando por la dispersión de la población extremeña repartida en un vasto territorio caracterizado por su ruralidad, el envejecimiento o la gran accesibilidad a la red de apotecas, que cuenta con 670. Sin embargo, si se demostrase ese aumento de la automedicación en los hogares, además de explicar un mayor gasto, también plantearía un importante problema se seguridad al no estar garantizado que esas personas tomen el fármaco adecuado, su motivo, las dosis y la duración de un hipotético tratamiento. Amén de que las medicinas estuvieran caducadas. En cuanto a la sospecha del SES de que haya más polimedicados, en 2012 su número rondaba los 89.000. El propio envejecimiento de la población podría confirmar esta hipótesis, pues esa suposición elevaría este grupo de pacientes.
Sigue la tendencia al alza
Los últimos datos del Ministerio de Sanidad y Políticas Sociales señalan que se mantiene y aumenta esa diferencia entre el gasto por extremeño al año en farmacia y el gasto medio estatal. De enero a septiembre de 2016, este índice acumulado era de 234 millones de euros en la casilla extremeña. Es un 3,72% más que en 2015, cuando en los primeros nueve meses del pasado ejercicio se facturaron casi 226 millones de euros.