A la consabida compra centralizada, ahora toca aplicar modelos de techo de gasto, por lo que habrá un nivel máximo de pago. También se recurrirá al pago por resultados: «Si funciona, se paga; si no funciona, no, a riesgo y ventura de la empresa suministradora de esos fármacos», explicó el consejero. Pero volvió a incidir en que el Sistema Nacional de Salud y todas las comunidades autónomas deben llegar a un acuerdo con la big farma, la gran industria farmacéutica, para acceder a unos mayores ahorros contratando los productos y medicamentos necesarios. Al mismo tiempo, el consejero explicó que las administraciones públicas pueden financiar investigaciones para competir con la big farma y así lograr mejores precios mediante la negociación. Vergeles puso como ejemplo las terapias CAR-T, para hacer frente a distintas enfermedades en la sangre. Los poderes públicos están dando recursos de cara a lograr avances en los laboratorios.
Elevado gasto por persona
Vergeles hacía este propósito de intenciones de cara a la recién inaugurada legislatura, sabiendo que ésta es la región que más gasta per cápita en medicamentos por receta. Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), en 2017 Extremadura dedicó 276,5 euros anuales por ese concepto, cuando la media nacional es de 219,7 euros; es decir, casi 57 euros más por persona.