El estudio, cuyos datos serán revelados durante las VII Jornadas Nacionales de Adherencia al Tratamiento, que tendrán lugar en torno a un encuentro científico el próximo 14 de noviembre en el marco del Día Mundial de la Adherencia, recoge las conclusiones y recomendaciones obtenidas a partir de la información de 408 farmacias de todo el territorio nacional. Así, el trabajo profundiza en las patologías en las que es más sencillo y más complejo obtener buena adherencia, en los factores que influyen en ésta, así como en las herramientas con las que cuenta el farmacéutico para llevar a cabo un correcto seguimiento.
Y es que la farmacia se posiciona como un elemento clave por su proximidad y cercanía con los pacientes para mejorar el cumplimiento terapéutico y asimilar nuevos hábitos saludables en las enfermedades crónicas. El coordinador del Comité Científico del Grupo OAT, el doctor Fernando Mugarza, asegura que «el farmacéutico es un agente de salud de primer orden, ya que mantiene un contacto directo y constante con los pacientes y su entorno. Por ello, el proceso de sensibilización desde la farmacia es un elemento primordial en todo programa de adherencia que se precie».
Por su parte, Rafael Martínez, medical head de Sandoz, coincide en destacar el potencial de la farmacia para incrementar las tasas de adherencia: «El actual contexto sociosanitario demanda la intervención del farmacéutico como actor sanitario en primera línea con los pacientes. En concreto, estos profesionales pueden contribuir activamente en la mejora del seguimiento terapéutico, la educación sanitaria, la prevención de enfermedades o el fomento del autocuidado».
En esta línea, el farmacéutico y vocal del Comité Científico del Grupo OAT, Luis de Palacio, subraya que estos profesionales ejercen de «enlace habitual entre el paciente y el médico prescriptor». Así, explica que «el farmacéutico detecta posibles problemas con la medicación, y colabora sin reservas con el resto de profesionales que intervienen para mejorar la salud del paciente».
Reforzar la labor del farmacéutico comunitario para mejorar las tasas de adherencia
Una de las principales reflexiones que se plantean a partir del estudio es que, si bien el 88,2% de los farmacéuticos comunitarios tiene claro el concepto de adherencia al tratamiento, las tasas de seguimiento en las oficinas de farmacia están actualmente en torno al 50%. A este respecto, el doctor Mugarza argumenta que «si se lograra aumentar el seguimiento por parte de los farmacéuticos a cifras del 85% o más, es muy probable que la adherencia de los pacientes en general, y crónicos en particular, se incrementara muy significativamente».
Para ello, se hace necesario fomentar el uso de herramientas y la puesta en marcha de iniciativas dirigidas a implantar un correcto seguimiento desde las farmacias. «Existe la necesidad de aportar al farmacéutico estímulos y medios que faciliten e incentiven esta buena praxis de salud», defiende el doctor Mugarza.
El coordinador del Comité Científico del Grupo OAT afirma que uno de los retos a los que se enfrenta la profesión es el de impulsar y facilitar una formación específica en materia de adherencia al tratamiento: «Solo contando con los mejores medios y a través de la sensibilización, la información, la formación y la comunicación, seremos capaces de involucrar e implicar tanto al paciente como al profesional en aras a conseguir los mejores resultados de salud».
Para avanzar en este sentido, Luis del Palacio argumenta que «las nuevas tecnologías van a ser claves para reforzar una labor que está muy relacionada con el trato personal y que no debe burocratizarse. Hay que estimular positivamente el seguimiento por parte de los farmacéuticos, con políticas de inclusión de estos en grupos multidisciplinares, y de acceso a plataformas consentidas por los pacientes, en las que se aporte información sobre el cumplimiento terapéutico, con el fin de dar un soporte holístico a estos y sus familiares».