El I Foro de Debate ASEDEF constata la necesaria «modernización» que debe afrontar el SNS

«Todos tenemos que ser responsables con los actuales momentos que vive nuestra Sanidad, y ASEDEF quiere aportar su grano de arena en la búsqueda de soluciones para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)». Con estas palabras, Mariano Avilés, presidente de la Asociación Española de Derecho Farmacéutico (ASEDEF), incidía en el leit-motiv del I Foro de Debate Farmacéutico que celebró esta asociación el pasado 28 de marzo en el Ateneo de Madrid.

Un evento en el que más de un centenar de representantes del sector sanitario pudieron intervenir y dar a conocer sus propuestas al respecto, confirmándose así el carácter de foro profesional perseguido por la organización.

El acto inaugural corrió a cargo del citado presidente de ASEDEF, en el que estuvo acompañado, entre otras personalidades, por Belén Crespo, directora general de la Agencia Española del Medicamento. Crespo recordó en su discurso que «el sector farmacéutico asiste a una época de intensa actividad normativa por parte de la Unión Europea», y aludió como ejemplo de ello a la próxima directiva europea de Farmacovigilancia o la reciente directiva contra la Falsificación de Medicamentos (un problema de salud pública que también fue tratado en este foro).

Tras esta inauguración oficial, el variado programa científico del I Foro ASEDEF comenzó con fuerza. Fue Mario Mingo, presidente de la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados, el primero en subir al atril para ofrecer su visión del estado de la sanidad nacional. Mingo fue tajante en su diagnóstico del SNS: «A pesar de seguir siendo un referente mundial por sus resultados en salud, se trata de un modelo desgastado que debe renovarse en estructura y funcionamiento». En dicha modernización, el mayor impulso por la colaboración público-privada debe tener –en opinión del diputado popular– un papel fundamental: «Esta colaboración ya está siendo altamente provechosa para el sistema, al aportar beneficios asistenciales y económicos sin disminuir un ápice su carácter público, además de permitir acabar con toda ineficiencia del mismo», enumeró. Mingo fue más allá al sentenciar que «no hay motivos más allá de la demagogia, obcecación y/o prejuicios para oponerse al impulso de la colaboración entre Administraciones y empresas privadas en el ámbito sanitario».

 

La colaboración de la farmacia

Tras este llamamiento al impulso de la colaboración público-privada, las siguientes sesiones de este foro analizaron del papel de la farmacia en la ansiada sostenibilidad del sistema sanitario. En las sesiones que trataron este asunto, los intervinientes coincidieron en denunciar que las aportaciones de los farmacéuticos al sistema deben ser «asistenciales y no económicas». Así, en una de ellas en la que se analizó el impacto de las últimas medidas legislativas contra el sector farmacéutico (RDL 4/2010, RDL 8/2010 y RDL 9/2011, entre otros), Alexia Lario, presidenta de la patronal farmacéutica Adefarma, quiso recordar que sobre este sector han recaído en las últimas décadas «más de una veintena de medidas puramente economicistas». Otros participantes en este debate incidieron en que esta concatenación de recortes puede provocar un efecto 'burning' en los profesionales y repercutir negativamente en su implicación por ofrecer más servicios asistenciales a los pacientes desde las oficinas de farmacia.

En la mesa debate «La farmacia asistencial y el paciente crónico polimedicado», representantes de otras sociedades del ámbito sanitario y colectivos de pacientes corroboraron el protagonismo que deben tener las farmacias en el ahorro de recursos al sistema. Para María Sáiz, presidenta de la Asociación de Educación para la Salud (ADEPS), «los pacientes y administraciones tienen que ver a las farmacias como un servicio sanitario de primer orden». Y concretó: «Ya está sobradamente demostrada la importancia de estos establecimientos en el seguimiento a pacientes con patologías como hipertensión arterial y diabetes». Por su parte, Lario añadió que «es precisamente el progresivo envejecimiento de la población española y la mayor atención a pacientes crónicos lo que de por sí demanda un mayor protagonismo de la atención farmacéutica en la eficacia del SNS».

 

Una nueva herramienta para el SFT: el Sistema Palmera

De los servicios profesionales que ya están presentes en las farmacias, o en pleno proceso de implantación generalizada, uno de ellos –por su importancia en el ahorro económico al sistema– tuvo especial protagonismo en este foro: el seguimiento farmacoterapéutico (SFT) desde estos establecimientos sanitarios. Para la mejor consecución de los objetivos perseguidos con el SFT (mayor cumplimiento y adherencia terapéutica), en este evento se presentó una novedosa herramienta: el Sistema Palmera. Este sistema desarrollado por Asedef permite que el farmacéutico pueda llevar a cabo, de forma automatizada, el control y seguimiento de la medicación de pacientes crónicos polimedicados mediante un dispositivo instalado en el móvil del paciente.

Su metodología es pionera, a la par que sencilla y manejable. El farmacéutico selecciona a aquellos pacientes cuyas características (polimedicación, ancianos, con dificultades de memoria, etc.) aconsejan el uso de este dispositivo. Tras una entrevista previa (en la que se realiza educación sanitaria en el buen uso de los fármacos) y un proceso de revisión de la medicación, este profesional procede a rellenar una ficha terapéutica con información sobre todos los tratamientos que toma el paciente. Toda esa información se traslada al dispositivo instalado en el móvil del paciente de tal manera que éste recibirá un SMS recordatorio cada vez que tenga que tomar un medicamento. En dicho mensaje de texto figurará la información básica de la toma: denominación (principio activo), cantidad, dosis, etc. El paciente deberá confirmar la recepción de esta notificación. Si no lo hace, el dispositivo repetirá hasta en tres ocasiones el mensaje. Si no hay confirmación tras el tercer aviso, el farmacéutico recibirá una alerta que será interpretada como una interrupción del tratamiento y contactará con el paciente para solucionarlo.

Para Mariano Avilés, encargado de presentar el Sistema Palmera en este foro, «se trata de un herramienta automatizada que no supone mayor esfuerzo para el farmacéutico, pero sí favorece una atención al paciente más personal y activa, lo cual se traduce en un mayor reconocimiento profesional». Para el presidente de ASEDEF, este sistema –cuyo pilotaje comenzará próximamente– «lanza al farmacéutico a una dimensión profesional de primera línea».