Sólo quedan exentas de este pago las personas beneficiarias de pensiones no contributivas, del programa de renta mínima de inserción (PIRMI), de prestaciones incluidas en la Ley de Integración Social de Minisválidos (LISMI) y del Fondo de Asistencia Social (FAS).
Según la conselleria catalana de Salud, en el momento de la dispensación el farmacéutico podrá saber, mediante la integración de la tarjeta sanitaria con los sistemas de información, si corresponde al ciudadano pagar la tasa, ya que dispone de información en línea y actualizada sobre si el individuo pertenenece a uno de los colectivos exentos o si ya ha alcanzado el máximo anual de 61 euros.
Asimismo, el ciudadano podrá solicitar, además del tíquet de caja, un justificante de abono de la tasa y, próximamente, un extracto en el que consten sus datos personales y se relacionen todas las recetas dispensadas, con información de la tasa abonada y del saldo pendiente hasta alcanzar los 61 euros.
Las farmacias, a punto
El presidente del Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya, Jordi de Dalmases, ha explicado esta mañana que «las empresas encargadas de actualizar el programa informático necesario para dispensar medicamentos y cobrar el euro por receta están preparadas desde el 31 de mayo» y que, por su parte, el Consell «también ha realizado pruebas de estrés en la red que conecta a las farmacias catalanas y que hace posible la dispensación a través de receta electrónica, y se han superado».
Jordi de Dalmases ha reconocido que desde el punto de vista del farmacéuticoel cobro del euro «implica un cambio de hábitos, puesto que se introduce una novedad que además este mes complicará el proceso de facturación, ya que la tasa se empieza a aplicar el 23 de junio y no el día 1 de julio, como pedimos». «Es una lástima –ha puntualizado– que la rigidez del sistema legislativo no nos haya permitido cambiar esa fecha».
Ha lamentado, además, que se pueda considerar a los farmacéuticos como recaudadores de impuestos. «El trabajo de los farmacéuticos –ha dicho– es un trabajo sanitario. Lo que nos preocupa es que el ciudadano acceda a los medicamentos que se le prescriben y que estos cumplan con su función terapéutica. En este caso estamos en medio, pero si existe algún problema con un ciudadano que no quiera pagar este impuesto, el problema lo tiene con la Administración, no con el farmacéutico».
Por último, con respecto a la aplicación del copago establecida en el RD 16/2012, De Dalmases ha reconocido que «aplicar los diferentes tramos de copago que se establecerán de aquí al 1 de julio en Cataluña es prácticamente imposible. En este plazo no podremos adecuar el sistema para cobrar este copago».