La nueva ficha identifica las actitudes y patologías que favorecen el dolor de pies. Entre estas últimas, cabe destacar la metatarsalgia (la de mayor incidencia, consistente en dolor debajo de los dedos), artrosis (en especial a partir de los 60 años), fascitis plantar, espolones de calcáreo, etc. El sobrepeso –por la sobrecarga que produce sobre esa zona– y la diabetes, ya que debido a ella el paciente puede no sentir dolor aunque exista una lesión, son otras enfermedades con especial incidencia sobre los pies y que invitan a un mayor control (incluso con la realización de revisiones periódicas).
Esta entrega de las Recomendaciones SEFAC a la población también recuerda los negativos efectos que en esta zona corporal tienen ciertos hábitos de vida. Es el caso de llevar una vida sedentaria, ya que la falta de actividad favorece el aumento de peso y provoca maneras de caminar deficitarias, formas de pisar incorrectas y molestias en los pies. Incluso actividades saludables como la práctica regular del deporte pueden tener consecuencias negativas para los pies por su sobreutilización. En estas situaciones se hace recomendable la realización de ejercicios de estiramiento antes y después de la actividad, además de corregir defectos técnicos y elegir el calzado adecuados según la superficie sobre la que se practique la modalidad deportiva en cuestión.
El calzado
En todas las anteriores situaciones el calzado tiene suma influencia, tanto como posible causa y agravante del dolor de pies asociado a ellas o como solución a este problema. La ficha dedica buena parte de sus contenidos a este apartado. En líneas generales, se recomienda utilizar calzado que tenga suela de caucho, cámara de aire y una buena plantilla interior. Por el contrario, no es aconsejable utilizar tacón de forma continuada o que éste supere los 4 centímetros de altura. Para aquellos que trabajen con zuecos, se recomienda que tengan suela antideslizante, buena plantilla de amortiguación y sujeción trasera, entre otras características. Especial atención merece el calzado de los niños con edades comprendidas entre los 3 meses y 12 años, con el fin de prevenir molestias en la etapa adulta. Durante estas edades, las Recomendaciones de SEFAC apuestan por el uso de calzados fabricados con materiales naturales, flexibles y con refuerzo trasero. En ningún caso es aconsejable que los niños utilicen zapatos ya usados previamente por otros niños.
El mejor tratamiento (o medida preventiva) para minimizar el dolor de pies pasa, por tanto, por la elección del calzado adecuado y la aplicación de plantillas de descarga a medida. Estas actuaciones pueden complementarse con otros productos existentes en las farmacias que sirven de ayuda contra estas molestias: bolsas de frío, ortesis de descarga, separadores, bolsas de frío, cremas, etc. El farmacéutico comunitario está capacitado para orientar al paciente en la elección del mejor producto según su problema concreto en los pies. La realización a priori de un estudio biomecánico de la pisada también facilitará la toma de la decisión correcta.
Al igual que las anteriores, esta nueva entrega de la campaña Recomendaciones SEFAC a la población está disponible para su descarga en PDF en www.sefac.org.