Según ha señalado Jesús Aguilar, presidente del CGCOF, los farmacéuticos son un «colectivo sanitario de primera línea frente a la COVID-19, que debe ser protegido cuanto antes para que puedan seguir prestando su labor asistencial con garantías».
Asimismo, siguiendo el censo de colegiados del CGCOF, «un 67,4% de los farmacéuticos comunitarios tienen menos de 55 años, alrededor de 35.000 profesionales, a los que hay que sumar a los auxiliares y técnicos en farmacia. Un elevado número de profesionales sanitarios que se encuentran frente al desconocimiento y la incertidumbre de no saber en qué momento recibirán la segunda dosis de la vacuna que se les ha administrado». Por ello, la organización colegial ha reiterado a la Comisión de Salud Pública la petición remitida al Ministerio de Sanidad, es decir, que se agilice la vacunación de la segunda dosis de AstraZeneca para farmacéuticos y personal de farmacias, con edad inferior a 60 años y que voluntariamente lo deseen, por ser «profesionales sanitarios de alto riesgo». Todo ello, va en línea con las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y sociedades científicas españoles, valorando la evidencia publicada y los datos obtenidos en vida real.
Además, según ha expresado el CGCOF, «es necesario destacar que se están conociendo los primeros resultados sobre la posibilidad de administrar una segunda dosis de un laboratorio diferente y, por tanto, a día de hoy no existe suficiente evidencia científica en este sentido». Por este motivo, «los farmacéuticos y personal de farmacias que no quieran recibir la segunda dosis de AstraZeneca deberían esperar a que se disponga de evidencia científica confirmada convenientemente de otras posibles combinaciones para completar su vacunación de forma segura y efectiva».