Primeros pasos
Durante los primeros años de existencia la Unión trabajó con el Gobierno en asuntos relacionados con cuestiones de orden general que afectasen a los farmacéuticos y su participación fue fundamental al coincidir en el tiempo con el auge que experimentaron las especialidades farmacéuticas frente al predominio de la formulación magistral existente hasta la fecha. Además, otros temas profesionales en los que trabajó la Unión Farmacéutica Nacional durante sus inicios fueron la formación de los farmacéuticos, la creación de laboratorios provinciales, el avance científico de los farmacéuticos y sus relaciones con los médicos, entre otros.
A lo largo de estos 100 años la profesión farmacéutica ha experimentado, de manos de sus instituciones colegiales, un importante desarrollo en sus distintos ámbitos de actuación, periodo en el que han ido surgiendo además nuevas áreas de actuación en consonancia con las necesidades de los pacientes y de los sistemas, lo que ha permitido al farmacéutico disponer de un amplio abanico de salidas profesionales. En palabras del presidente del Consejo General de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, «a lo largo de este siglo el farmacéutico comunitario ha vivido una evolución constante desde una labor centrada principalmente en la elaboración de fórmulas magistrales hasta nuestros días, prestando servicios profesionales farmacéuticos a una sociedad muy distinta a la de aquel 1915, ahora más mayor, con un gran número de pacientes crónicos, polimedicados y, en muchas casos, con algún grado de dependencia».
Un siglo de historia en el que el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha sido testigo e impulsor de la evolución de la farmacia en España, «y también del conjunto de la Sanidad española –afirma su presidente, Jesús Aguilar–, ya que ha trabajado activamente con todas las administraciones y los sucesivos ministerios de Sanidad, en la prestación darmacéutica o el desarrollo de la receta electrónica, en la que las instituciones colegiales han liderado su implantación en las 21.854 farmacias; siendo en ambos casos fundamental la consolidación del actual modelo de farmacia».
Aguilar destaca también la gran labor que ha hecho el Consejo en este siglo –junto a los colegios y consejos autonómicos– en defensa de los derechos de los ciudadanos, «trabajando porque los farmacéuticos dispusiesen cada día de una mejor formación y herramientas que facilitasen su trabajo, velando por el cumplimiento de la deontología profesional o poniendo en marcha campañas sanitarias para contribuir al uso racional de los medicamentos y la mejora de la salud de los ciudadanos».