«Analista humanista que ha creado escuela», dijo Rivero acerca de Enrique Martínez, de quien recordó, además, su fructífero papel como tutor de varias generaciones de profesionales en la provincia tinerfeña. Con anterioridad, la vocal de Análisis Clínicos del COF, Josefina Soriano, realizó una semblanza sobre la trayectoria del distinguido, desde sus inicios en Barcelona hasta su carrera posterior en Tenerife, donde abrió en 1966 su propio laboratorio, en la calle Jesús y María de esta capital.
Durante el acto, que estuvo presidido por la secretaria del colegio, Alicia Wildpret, el homenajeado calificó la actividad en el laboratorio de análisis clínico como «una carrera por etapas, con meta en el infinito», en referencia a la ingente cantidad de avances registrados en esta especialidad a lo largo de estas seis décadas en activo. «Sesenta años de trabajo satisfactorio que se han pasado como un suspiro», dijo.
Considerado dentro del sector como un analista de referencia, su laboratorio en Santa Cruz de Tenerife ha servido de apoyo a todo el colectivo, que le distingue de manera unánime por su talante y profesionalidad, fruto de una preparación concienzuda. En este sentido, la Asociación Canaria del Laboratorio Clínico, representada por su vicepresidenta, Carmen Teresa Sanz, también se sumó al homenaje.
Enrique Martínez aprovechó su intervención en el acto para referirse a otras facetas que marcan su vida, que calificó como «albergues" dentro de esta andadura, casos de la música, la lectura y el baloncesto. No en vano, su vocación de servicio le llevó a trabajar en la organización de los ciclos musicales del Casino de Tenerife, igual que al impulso de la sección de baloncesto del Real Club Náutico.