Con esta iniciativa, el Colegio pretende aliviar momentáneamente la situación económica ya resquebrajada por las continuas bajadas del precio de los medicamentos, la despoblación o los recortes que castigan con más fuerza a la farmacia rural. «Sabemos que tenemos un problema estructural que tenemos que afrontar», ha explicado Jaime Giner, presidente del MICOF, que en su hoja de ruta tiene previsto reunirse con el presidente de la Diputación para abordar esta problemática. «Es el momento de que las administraciones empiecen a mover ficha e intenten blindar ciertos servicios, ya que la escasa rentabilidad de los mismos lleva a su desaparición», ha indicado Giner. Esto ocurre también con los servicios de urgencias que, en poblaciones rurales, son vitales. «Si hoy por hoy es un servicio deficitario para cualquier farmacéutico en el entorno rural es ruinoso», ha denunciado Giner.
Otra de las reivindicaciones respecto a los servicios de urgencia es que la Conselleria de Sanitat se ponga a trabajar en la modernización de la legislación, tema pendiente desde que se firmó el nuevo concierto en julio de 2016.