El Colegio de Farmacéuticos de Madrid pone en marcha un curso sobre los medicamentos biológicos

El tratamiento con medicamentos biológicos, una vez instaurado, en muchos casos puede ser continuado fuera de los centros hospitalarios a través de las farmacias, establecimientos sanitarios que deben estar preparados para asumir los retos que presenta la dispensación de este tipo de fármacos.

El Colegio de Farmacéuticos de Madrid pone en marcha un curso sobre los medicamentos biológicos

Esta fue una de las principales conclusiones a las que se ha llegado hoy durante la primera de las cuatro sesiones que conforman el curso de formación ‘Los medicamentos biológicos para una farmacia con futuro’, organizado por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) a través de su Vocalía de Docencia e Investigación, en colaboración con el Instituto de Formación Cofares y bajo el patrocinio de Roche.

En esta primera sesión de esta actividad formativa codirigida por el catedrático de Farmacología y vocal de Investigación y Docencia del CGCOF, Francisco Zaragozá, y el vicepresidente de la Asociación de Derecho Sanitario, Julio Sánchez Fierro, se incidió en la capacitación del profesional farmacéutico y en la necesidad de formación para poder dispensar estos medicamentos al paciente. En este sentido, se puso de manifiesto el beneficio para el paciente derivado de la cercanía de las oficinas de farmacia, que evitan innecesarios desplazamientos a los centros hospitalarios y los consiguientes gastos derivados de ellos.

En la presentación del curso participaron, además de los codirectores del curso, el presidente del COFM, Luis González; su homólogo en el Grupo Cofares, Carlos González Bosch; y Federico Plaza, government affairs director de Roche, quienes también destacaron el papel que debe jugar el farmacéutico comunitario respecto a los medicamentos biológicos. Así, González Boch declaró que estos fármacos constituyen «un elemento básico de futuro para la oficina de farmacia y es importante sensibilizarla de que tiene un papel a jugar muy importante, porque no todos los biológicos tienen necesidad de ser dispensados en hospitales». Asimismo, resaltó que en la actualidad «el complicado marco regulatorio en esta área está en blanco» y que la farmacia debe estar preparada porque en 2020 los biológicos supondrán más del 50% del portfolio total de medicamentos.

Sobre este particular, Plaza manifestó que los fármacos biológicos son «la medicina del futuro» y que el farmacéutico comunitario «tiene que estar al lado de la farmacia del futuro y del paciente del futuro, porque es la puerta de entrada al sistema sanitario», por lo que insistió en que deben «estar al día de lo que ocurre en el entorno científico».

Módulos
Tras la inauguración del curso se celebró el primer módulo formativo bajo el título «Los medicamentos biológicos: el inicio de una nueva era para la sanidad y de nuevos retos para la profesión farmacéutica. Su impacto en los sistemas sanitarios», impartido por Federico Plaza. En él, hizo un repaso de lo que ha significado la llegada de estos medicamentos para la farmacia, su proceso de desarrollo, las principales áreas terapéuticas hacia las que se orienta la investigación (fundamentalmente cáncer) y los motivos por los que la farmacia «no puede perder este tren».

«Algunos medicamentos biológicos no complejos podrían dispensarse hoy en oficina de farmacia, algo que ya se hace en países de nuestro entorno. La oficina de farmacia tiene que anticiparse y mostrar a las autoridades y a la sociedad que está preparada para la dispensación cuando sea posible y, cuando no, para colaborar con la Administración y hacerle ver que es coste-efectiva para el sistema público», señaló. Eso sí, para hacerlo posible, Plaza apuntó a la necesidad de llevar a cabo «un cambio en el sistema retributivo» para que estos fármacos puedan ser dispensados en oficina de farmacia.

El segundo de los módulos giró en torno a las ‘Características diferenciales entre fármacos biológicos y los convencionales’, en el que Lucinda Villaescusa, profesora titular de Farmacología del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Alcalá, expuso los rasgos diferenciadores entre ambos fármacos así como el proceso de producción de biofármacos y los diferentes tipos existentes y sus peculiaridades: hormonas, factores de crecimiento, factores de coagulación, citoquinas, anticuerpos monoclonales, moléculas recombinantes derivadas de AcMo, polisacáridos, biomarcadores, vacunas, polinucleótidos… «Se han obtenido fármacos que muestran y seguirán mostrándonos importantes resultados en salud», afirmó Villaescusa.

Por último, Santiago Cuellar, doctor en Farmacia y miembro del Departamento Técnico del CGCOF, fue el encargado de impartir el tercer y último módulo de esta primera jornada, en el que abordó las diferencias existentes entre los biofármacos y los biosimilares, desde su origen hasta la clínica (descubrimiento, desarrollo preclínico, clínico y uso clínico) y se incidió en los criterios de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para su aprobación. «El biosimilar no es equiparable al genérico. En la práctica clínica los biosimilares no tienen nada que ver con los genéricos», concluyó.