El COF de Valencia alerta del aumento de problemas graves de salud en pacientes crónicos

El Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia (MICOF) ha alertado de que la dificultad de acceso a los centros de salud durante la pandemia ha supuesto una falta de adherencia terapéutica que conllevará problemas graves de salud en pacientes crónicos a corto y medio plazo.

Jaime Giner

Esta realidad la confirman los últimos datos publicados por el Observatorio de Políticas Farmacéuticas respecto al mes de mayo, donde se muestra una bajada histórica en el consumo de recetas en Valencia provincia de un -30,69%, con una media en la Comunitat de -30,47%, muy por encima de otras comunidades autónomas, ya que la media nacional es de -10,77%.

Aunque a priori parezcan datos excelentes, este hecho a medio plazo provocará un incremento de los casos graves en este tipo de pacientes, generando un deterioro en su salud y, en consecuencia, un incremento del gasto sanitario para compensar esta situación. Desde el MICOF sostienen que este problema recurrente a lo largo de la crisis sanitaria «podría haberse solventado con la inclusión de las farmacias en los planes de Conselleria, así como con la inclusión de estas al Sistema Nacional de Salud».

Esta realidad, unida a la exclusión de los colegios de farmacéuticos de la Comisión para la Reconstrucción Social, Económica y Sanitaria de la Comunitat Valenciana, ha motivado que el MICOF, junto a los colegios de Alicante y Castellón, muestre su preocupación «por el desprecio de la Administración a la labor farmacéutica, imprescindible y fundamental a lo largo de toda la crisis sanitaria». Y es que, pese a estar «en primera línea» desde el primer día, el sector farmacéutico –farmacia comunitaria, farmacéuticos asistenciales (hospitalarios, atención primaria, salud pública) y de otras modalidades que han intervenido en esta pandemia y que no han sido visibles– se ha sentido ignorado al no contarse con ellos en el plan de desescalada y de recuperación. En este sentido, Jaime Giner, presidente del MICOF, incide en que «estamos cansados de buenas palabras y palmaditas en la espalda, la Administración no cuenta con lo farmacéuticos y no nos permiten desarrollar nuestra profesión con garantías impidiendo que los ciudadanos se beneficien de la atención sanitaria que les podemos ofrecer».

Jaime Giner asegura que «los farmacéuticos, como profesionales sanitarios, podríamos haber contribuido de forma significativa en la reducción de contagios entre la población y haber trabajado en la indicación del tratamiento en síntomas menores desde la farmacia comunitaria, ya que el acceso a los centros de salud ha sido muy limitado durante la pandemia». A ello añade que «es fundamental que se nos tenga en cuenta en las diversas estrategias de vacunación y en el desarrollo de estudios epidemiológicos y que dispongamos de herramientas de comunicación con el resto de profesionales sanitarios para poder trabajar de forma coordinada dentro de los equipos de salud, incluyendo el acceso a la ficha farmacoterapéutica para conocer la medicación que está tomando el paciente y evitar interacciones que puedan perjudicar su salud».

Por otro lado, las farmacias de la Comunitat también se han sentido «hostigadas»por la Administración, con motivo de las inspecciones que realizará la Dirección General de Comercio, Artesanía y Consumo en los establecimientos farmacéuticos relativas al origen de las mascarillas y cualquier otra información que se requiera sobre estas. En este sentido, desde la entidad colegial han destacado que las farmacias, como establecimientos sanitarios, siguen la normativa «de forma escrupulosa», por lo que es lógico que se les exija cumplirla, pero lamentan que mientras en distintos y muy diversos establecimientos se están ofreciendo estos productos «sin ninguna garantía y de forma ilegal», la Administración «sigue mirando hacia otra parte y se ceba con las farmacias».