Sin embargo, el presidente de la entidad, Vicente J. Álvarez, considera que las subvenciones actuales fijadas al amparo de esta norma, en torno a los 200 € de media, son «muy insuficientes» para atender las singularidades de las oficinas de farmacia de una provincia como Ourense, con un realidad marcada por su estructura rural y por unos índices demográficos que dificultan la «viabilidad» de muchas más boticas de las que, oficialmente, pueden acogerse a la norma.
Farmacias rurales
El presidente de los farmacéuticos ourensanos, además, considera «injusto que sean las farmacias más pequeñas de la provincia, situadas principalmente en núcleos rurales, las que más estén sufriendo las consecuencias de la crisis económica que ha afectado al sector». «Esto se debe, entre otras cosas, a que apenas obtienen ingresos significativos derivados de la venta libre de otros productos como, por ejemplo, cosméticos o diferentes productos sanitarios no financiados", ha puntalizado.
El COF de Ourense quiere llamar la atención sobre el «importantísimo» papel sanitario y de «servicio público» que desempeñan en sus localidades estas oficinas de farmacia y, por ello, reivindica que se atiendan sus singularidades articulando nuevas ayudas que eviten que muchas de ellas se puedan ver abocadas al cierre en poco tiempo.