Según Aguirre, la esperanza de vida en aumento también incide en que el boticario deba adaptarse a las nuevas necesidades. En esta línea puntualizó que «la futura viabilidad de la farmacia pasa por la implantación de servicios profesionales que sean sostenibles colaborando con el Sistema Nacional de Salud para hacer un uso más eficiente de los recursos».
La ponente dejó claro que el SPD «no es un pastillero», sino que «se trata de un dispositivo para reacondicionar medicamentos, destinado al envasado de medicamentos sólidos orales y que constituye un servicio farmacéutico». Asimismo, señaló que conlleva beneficios como la posibilidad de fidelizar a los clientes desde las respectivas oficinas de farmacia y mejorar el vínculo paciente-farmacéutico. Todo bajo un servicio de postdispensación.