La trayectoria de Traver en el ámbito de la solidaridad se remonta a principios de los 90, cuando comenzó a colaborar con un proyecto de Farmacéuticos sin Fronteras en el Sáhara. Allí, en los campos de refugiados de Tinduf trabajó en la gestión de la farmacia, en un ambiente marcado por la escasez de recursos y la necesidad de aprovechar al máximo el escaso stock de medicamentos.
Su experiencia en el Sáhara le animó a poner en marcha campañas de acogida de niños saharauis en Bizkaia, que coordinó durante 3 años. A partir de ese momento, y en colaboración directa con la farmacéutica Nieves Torres –a quien Eduardo Traver considera fuente de inspiración y modelo de actuación– dirigió su mirada a Perú. En la amazonia peruana, en Río Santiago, trabajó junto con Misioneras Seculares en la construcción de 5 pequeñas escuelas y un colegio más grande en la Sierra. Por iniciativa propia decidió becar a 6 estudiantes para que se formaran como profesores.
Junto con Nieves Torres y las Misioneras Seculares, Eduardo Traver emprendió un nuevo proyecto en la India, consistente en el apadrinamiento de vacas lecheras para la casta de los «intocables». Este proyecto sigue aún vigente y hasta ahora se han conseguido apadrinar 2.332 vacas.
En 2007 comenzó su andadura por el África subsahariana. Comenzó con un proyecto para llevar alimentación infantil a un orfanato de Dakar, y pasó también por Gambia. En 2013 puso en marcha un proyecto con 5 especialistas médicos en el interior de Angola, en Bie, para atender las necesidades sanitarias básicas de la población. Durante tres años, Eduardo Traver se desplazó hasta allí para formar al personal de farmacia del hospital, que también debe trabajar con un stock mínimo de existencias.
Desde 2016 está coordinando un proyecto más amplio en Guinea Bissau. A través de un vecino de Bedia originario de ese país, Traver se ofreció a hacer una visita a Bissau para identificar las principales necesidades sanitarias de los hospitales. Como consecuencia de su estudio, organizó un equipo de 9 profesionales (dos cirujanas, dos oftalmólogas, dos ginecólogas, una anestesista, una enfermera y él mismo) que precisamente acaba de regresar de su segunda estancia.
Así, entre finales de octubre y principios de noviembre de este año, se han podido realizar en el principal hospital de Bissau 115 intervenciones quirúrgicas (cataratas, hernias, miomas...), 203 ecografías y 475 consultas médicas. La lista de espera, sin embargo, es elevada, por lo que el propio Traver confía en conseguir la financiación necesaria para poder mantener el programa anualmente.
En este sentido, el farmacéutico de Bedia hace un llamamiento para colaborar con este proyecto y con el programa de apadrinamiento de vacas lecheras en la India, ya que ambos siguen vigentes y la intención es conseguir que tengan el mayor recorrido posible.
Entrega de la Distinción de Honor
La elección de Eduardo Traver como «Distinción de Honor 2018» ha estado precedida por un proceso de participación abierto por el COFBi para permitir que sus colegiados pudieran proponer candidaturas. El único requisito era, además de pertenecer al COFBi, que el profesional propuesto hubiera destacado por sus acciones en el ámbito de la solidaridad. En este sentido, Eduardo Traver fue la persona que más proposiciones recibió por iniciativa propia de sus compañeros.
Asimismo, y en línea con el objetivo de promover los valores solidarios que son inherentes a la profesión de farmacéutico, la Junta de Gobierno del COFBi ha decidido de manera excepcional incorporar a la concesión de la «Distinción de Honor 2018» una dotación económica dirigida a sufragar iniciativas solidarias. El acto de entrega tendrá lugar mañana viernes, a partir de las 21:00 horas, en el espacio SILO de Olabeaga (Bilbao).