Para las madres, tanto primerizas como experimentadas, la máxima preocupación cuando su hijo está enfermo es no saber cuál es el origen. Un 56,5% de las madres indica que el peor temor en caso de dolor es no saber identificarlo. De la encuesta se desprende, por ejemplo, que los pequeños problemas relacionados con la salud que más angustian a las madres son que su hijo presente fiebre, vómitos o diarrea, que suponen un 81,4% de las respuestas. Se ha detectado incluso que las madres primerizas temen más a la fiebre y que las madres experimentadas (con dos o más hijos de hasta 12 años) reaccionan con angustia ante casos de vómitos o diarreas.
Una vez detectada la fiebre o el dolor, el 47% de todas las madres comenta que a veces combina o alterna analgésicos, porque se lo ha recomendado su pediatra. De hecho, el 43% de las madres explica que nota más mejoría con un analgésico que con otro, y un 59% de las madres nota más mejoría con productos que contienen ibuprofeno como ingrediente activo. Por otro lado, el 91,7% de las madres indica que sabe qué dosis corresponde a su hijo y el 90,8% cuanto tiempo se puede administrar.