Actualmente, los farmacéuticos ya disponen de test de antígenos de autodiagnóstico validados, que cuentan con la garantía de calidad de las farmacias, pero solo los pueden dispensar bajo prescripción médica. Ante esta situación, el Consell de Col·legis Farmacèutics de Catalunya (CCFC) ha reclamado que se apruebe urgentemente la modificación del Real Decreto 1662/2000 sobre productos sanitarios para el diagnóstico «In vitro», que contempla que las farmacias puedan dispensar test de autodiagnóstico de la COVID-19 sin receta médica.
El CCFC ha denunciado que «este incomprensible escenario genera incertidumbre a la población e impotencia entre el colectivo farmacéutico, ya que no puede dispensar sin receta un producto que es clave para cribar a la población, aislar casos positivos y descongestionar centros de Atención Primaria».
Asimismo, el Consell ha reclamado a las autoridades sanitarias «ir un paso más allá de la dispensación, abriendo la posibilidad a realizar test de antígenos desde las farmacias y registrar y certificar los resultados». El objetivo es «aprovechar la capilaridad de la red de farmacias catalanas y contribuir nuevamente a ser parte de la solución de la detección precoz de la COVID-19, desplegando un circuito validado y seguro que permita detectar el mayor número de casos posibles».
Por otro lado, el CCFC ha insistido en la dispensación de test de antígenos de forma regulada desde las farmacias: «Como establecimientos sanitarios, se garantiza que el producto cumple con la legislación, que el test está validado y que el resultado es fiable, y se evita que los ciudadanos tengan que recurrir a la dispensación no regulada a través de internet». Además, se debe tener en cuenta que «los test de antígenos son una herramienta fácil y rápida en la que la sensibilidad y la especificidad son dos características muy importantes que no cumplen todos los test que los ciudadanos pueden tener a su alcance en internet».