El Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF) celebró su acto institucional más solemne: la entrega de las Medallas de Honor a los farmacéuticos que se distinguieron por una dedicación excepcional a la defensa y representación de la profesión a través de su actividad colegial o institucional.
In memorian la recibieron Manuel Ojeda y Francisco Javier Guerrero, fallecidos, respectivamente, en octubre de 2021 y enero de 2019. También recibieron la Medalla de Honor Felipe Trigo, ex presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cádiz, y el presidente, durante 18 años, de la ONG Farmacéuticos Sin Fronteras, Rafael Martínez.
En su intervención, el presidente del CACOF, Antonio Mingorance, destacó «la gran aportación de valor realizada a la profesión por estos cinco compañeros», subrayando que el nexo común de todos ellos es «el amor a la farmacia y el trabajo leal y desinteresado por hacerla mejor y por hacernos mejores».
De Manuel Ojeda, uno de los dos homenajeados a título póstumo, recordó su papel fundamental en la transformación tecnológica de la farmacia andaluza y, particularmente, en la implementación de la receta electrónica, «una gran innovación andaluza, sin precedentes a nivel mundial, que suscitó la admiración internacional, y gracias a la cual se eliminaron las consultas burocráticas».
Sobre Francisco Javier Guerrero, impulsor y presidente de la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR), el máximo responsable del CACOF destacó «su generoso esfuerzo por mejorar las condiciones de los compañeros que ejercen en los pequeños municipios rurales y que son un pilar fundamental de la garantía de acceso al medicamento en condiciones de igualdad para todos los ciudadanos».
Sobre Rafael Martínez Montes, el más veterano de los farmacéuticos homenajeados, Mingorance afirmó que «representa ese tipo de persona desprendida y volcada en una lucha que sabe que le trasciende», y agradeció su esfuerzo por llevar la asistencia sanitaria farmacéutica a aquellas partes del mundo donde más falta y más se necesita y «hacernos pensar en términos de fraternidad universal».
Finalmente, sobre Felipe Trigo afirmó que «representó, en su momento, renovación y frescura, y demostró, junto a Pepita Ortega (Almería), Manuel Pérez (Sevilla), Paco Peinado (Huelva) y Práxedes Cruz (Córdoba), que había cantera, y que era posible la evolución dentro de la continuidad y el respeto a las instituciones y las señas de identidad profesional», añadiendo que «la Medalla que hemos preparado para ellos dos está hecha de materiales nobles, como la lealtad, el respeto, la tolerancia, la ejemplaridad y la dedicación».