Las siete islas del archipiélago canario conforman una comunidad autónoma cuya singularidad insular exige un esfuerzo extra por parte de las empresas de distribución farmacéutica de gama completa, con el objetivo de garantizar a todos los ciudadanos el acceso a los medicamentos que necesitan. Una labor que los mayoristas farmacéuticos que operan en Canarias llevan a cabo suministrando medicamentos y productos sanitarios a las 763 oficinas de farmacia de las islas en condiciones de equidad, calidad y seguridad. Un trabajo que puso en valor el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, durante una reunión mantenida con la presidenta de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR), Matilde Sánchez Reyes, en la que coincidieron en destacar la importancia de estas empresas para garantizar la asistencia farmacéutica en las islas.

La presidenta de la patronal expuso a Trujillo que la insularidad condiciona la forma de actuar de las distribuidoras que desarrollan su labor en este territorio, «ya que son más vulnerables a posibles roturas de stock, por lo que deben disponer siempre de un mayor número de este para poder garantizar la disponibilidad de medicamentos y su suministro entre las farmacias de las islas». A este respecto, Sánchez Reyes incidió en algunos problemas que se derivan de este mayor volumen de stock requerido, como su depreciación cuando se producen bajadas de precio, un inconveniente que podría paliarse con un mayor plazo para que los mayoristas puedan dar salida a los medicamentos con precio antiguo.

 

Volcán Cumbre Vieja y pandemia

Durante el encuentro, en el que también estuvo presente el director general de FEDIFAR, Miguel Valdés, se destacó la labor desarrollada por los mayoristas farmacéuticos durante la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla de La Palma. Sobre este particular se subrayó la evacuación de las farmacias situadas en las localidades de Todoque y Puerto Naos, donde se llevó a cabo la salvaguarda de la documentación más importante de la farmacia, así como de los medicamentos de esas farmacias a través de una correcta custodia, almacenamiento y transporte, de acuerdo con las Buenas Prácticas de Distribución.

Unas actuaciones por parte de las distribuidoras que también implicaron paralizar los vencimientos en los pagos de las facturas de las farmacias hasta que no recuperasen la normalidad; el refuerzo de los stocks de las farmacias que tuvieron sobrepoblación a causa de la evacuación; la gestión junto al Canario de Salud (SCS) del aprovisionamiento de mascarillas FFP2 para no respirar los gases tóxicos, además de la entrega de colirios, suero fisiológico y productos de higiene; o la participación en campañas de recaudación de fondos para los afectados.

Igualmente, se valoró de forma muy positiva el papel de los mayoristas durante la pandemia, que colaboraron con las autoridades sanitarias para, por ejemplo, suministrar material de protección contra la COVID-19; controlar stocks de medicamentos sensibles de sufrir problemas de abastecimiento; atender durante las pasadas Navidades una demanda desmedida de autotest de antígenos; o el ofrecimiento para poner en marcha en Canarias, como se ha hecho en otras comunidades, el servicio de dispensación colaborativa de medicamentos de diagnóstico hospitalario y dispensación hospitalaria (DHDH) para evitar el desplazamiento de los pacientes a los servicios de farmacia hospitalaria a retirar estos medicamentos. «Las autoridades saben que los mayoristas farmacéuticos siempre están a su disposición y que pueden contar con FEDIFAR como interlocutor del sector», concluyó Sánchez Reyes.

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