Mesa 1. El paciente del siglo XXI: ¿Qué nos demanda?
Lograr que los pacientes conozcan los servicios profesionales que se engloban en el término atención farmacéutica supone un reto importante que debemos esforzarnos en superar.
Los pacientes perciben que el farmacéutico puede colaborar en la consecución de mejores resultados de la utilización de los medicamentos, y reclaman una atención personalizada y profesional, realizada por el farmacéutico.
Conferencia inaugural
Se ha producido un cambio en el modelo hasta ahora asimétrico de la relación entre profesionales sanitarios y pacientes, pasando a ser una relación contractual, de confianza. Por ello, la colaboración entre los profesionales de la salud, especialmente médico y farmacéutico, es fundamental en la asistencia integral al paciente.
El principio de autonomía del paciente debe ser matizado introduciendo un nuevo concepto: el cuidado. Por ello, es importante no olvidar el significado en lengua inglesa de Pharmaceutical Care: Cuidados Farmacéuticos. La actuación debe estar presidida por el respeto a su autonomía, prestarle atención, escuchar con tiempo y por la autoridad profesional. El buen profesional (excelencia) marca la pauta que la Ley debe sancionar.
Es preciso corresponsabilizar a los pacientes con un sistema sanitario que debe ser sostenible para poder seguir siendo justo.
Mesa 2. Atención farmacéutica desde diferentes ámbitos de la profesión: propuesta de experiencias
Se mostraron innovaciones metodológicas y experiencias de gran interés con un importante valor añadido en la atención farmacéutica a pacientes en los diferentes ámbitos asistenciales que generan notables mejoras en salud y calidad de vida.
La creación de un depósito de medicamentos en una residencia de mayores de Extremadura se convierte mediante la actuación del FAP en un programa de atención integral al paciente dependiente.
El mantenimiento de la historia de atención farmacéutica integrada en los programas de gestión de la farmacia permite una dispensación profesional y facilita el seguimiento farmacoterapéutico de la totalidad de los pacientes.
Durante el proceso de atención a los pacientes en la farmacia comunitaria es posible registrar todas las actuaciones profesionales mediante códigos introducidos en el registro informatizado del programa de gestión. Utilizado como una herramienta de análisis y evaluación facilita la mejora de dichas actuaciones, detectando necesidades y proponiendo las soluciones.
La presencia del farmacéutico hospitalario en una unidad de Oncohematología permite la participación en las decisiones terapéuticas facilitadas por su contacto con el paciente con excelentes resultados en la mejora de su salud y calidad de vida. Se resalta la importancia de una adecuada formación en técnicas de comunicación verbal y escrita para un mejor conocimiento y transmisión de la información entre ambos.
El médico de familia valora positivamente la aportación del farmacéutico de atención Primaria (FAP) en su equipo asistencial. La imbricación de los farmacéuticos comunitarios en dicho equipo, compartiendo información, métodos y objetivos sigue siendo una asignatura pendiente.
Mesa 3 Debate: ¿Son necesarias unidades piloto de referencia para incrementar la implantación de la atención farmacéutica?: A favor y en contra
Los ponentes debatieron sobre qué modelo sería de mayor utilidad para lograr una implantación generalizada de los servicios de atención farmacéutica: unidades piloto en las que se centralizarían la formación y la experimentación sobre atención farmacéutica o la formación tutelada en la propia farmacia comunitaria. Se trata de dos propuestas que pueden no ser excluyentes.
Ambos ponentes coinciden en que el proceso de diseminación o generalización debe ser posterior a la consecución de un pago por el servicio.
Mesa 4. Formación e investigación, retos del futuro inmediato
Algunas facultades de Farmacia han incorporado al contenido curricular de las enseñanzas de Grado asignaturas relacionadas directamente con la atención farmacéutica, en donde se inicia a los alumnos en la práctica de los procedimientos de indicación, dispensación y seguimiento farmacoterapéutico, con el fin de que puedan obtener el máximo rendimiento de las prácticas tuteladas que deben estar orientadas a una formación específica para la práctica profesional dotada de contenido asistencial. La formación continuada debe mantener actualizadas durante toda la vida profesional las habilidades y competencias, a partir de las necesidades y demandas detectadas, transformando las necesidades no cubiertas de los pacientes en necesidades formativas de los farmacéuticos.
La acreditación es un proceso voluntario y dinámico, que plantea una evaluación periódica, con el fin de poder verificar la presencia o adquisición de competencias y su grado de desarrollo.
En cuanto a la investigación, se señala la necesidad de realizar la investigación desde Departamentos Universitarios de Práctica Farmacéutica. El proceso de investigación, formación, capacitación, implementación y acreditación debería ser la base del servicio profesional de atención farmacéutica.
Mesa 5: Atención farmacéutica. Los líderes opinan
A pesar de la influencia de la crisis actual los ponentes afirman que sus instituciones siguen llevando adelante los proyectos en curso como MEDAFAR o FORO e incluso se inician algunos nuevos como CONSIGUE y D-Valor. También apoyan nuevas iniciativas como Acreditación de servicios de Atención Farmacéutica o Carrera Profesional. Se pronuncian a favor de una formación continuada obligatoria, en el contexto de la configuración de un modelo profesional de futuro.
Coinciden en el impacto negativo del momento actual, en la ralentización de proyectos. «El SNS, que se perturba con las innovaciones», aún atiende más difícilmente propuestas de cambio, pero «de los impagos se sale, de lo que no se sale es de la parálisis profesional».
Es preciso transmitir a la sociedad que cuando se habla de gasto farmacéutico en realidad se trata de gasto en medicamentos y que el 25% de éste lo constituye el gasto en medicamentos en los hospitales.
El pago complementario a las farmacias con facturación menor de 250.000 € parece un cambio filosófico importante que se interpreta como apoyo al modelo, asegurando servicios de los farmacéuticos, además de la accesibilidad al medicamento, aunque se duda que contribuya a incorporar servicios de atención farmacéutica.
Hay en marcha numerosos estudios de investigación sobre la eficiencia de la atención farmacéutica: CONSIGUE (con la participación de las cuatro instituciones presentes), D-Valor, Azuaga.
El margen profesional actual, como un porcentaje sobre el precio del medicamento, no favorece la implantación de servicios de atención farmacéutica. Los ponentes se decantan por una composición mixta de los honorarios profesionales formada por un porcentaje sobre el precio del medicamento + una cantidad como pago del servicio profesional prestado.