El comunicado prosigue constatando que «un porcentaje importante de infectados (aproximadamente un 14%) se corresponde con profesionales sanitarios, lo cual genera una situación de enorme preocupación desde las organizaciones colegiales que representamos, además de suponer un riesgo desde el punto de vista asistencial, ya que está provocando que el sistema sanitario nacional se encuentre en una situación cercana al colapso en algunas comunidades autónomas, y prácticamente al límite en su capacidad de recursos humanos, lo que está ocasionando los profesionales deban realizar un esfuerzo importante y sobreañadido a sus tareas habituales».
Se afirma, asimismo, que los profesionales sanitarios se encuentran «en una situación de total inseguridad y desamparo», al llevar a cabo su labor asistencial y de prevención de salud pública «en unas condiciones sanitarias inadecuadas y muy arriesgadas, al existir una falta de suministro del material y equipos de protección necesarios para garantizar la seguridad precisa», tanto para ellos como para los pacientes. Por ello, los profesionales sanitarios solicitan, con carácter urgente, «que en todos los niveles asistenciales sanitarios (hospitales, centros de salud, consultorios, clínicas dentales, farmacias y espacios veterinarios) sin ninguna exclusión, se disponga de todas las medidas de protección sanitaria para garantizar la seguridad de cada uno de los profesionales que están en tareas de servicio permanente en la lucha contra esta pandemia».
Consideran que «en esta crisis ningún recurso sanitario debe ser infravalorado y subestimado» y que «toca tener altura en las decisiones sanitarias y alejarse de debates improcedentes, innecesarios e ideológicos que solo producen parálisis y perdida de oportunidad». Para los profesionales sanitarios «no es momento de evaluaciones, de discrepancias ni de reproches, pero sí de exigencias de acciones efectivas y urgentes, de solidaridad, de vocación de servicio y de aunar esfuerzos entre todos, con convicción y contundencia, para ayudar a resolver a la mayor brevedad esta situación de emergencia sanitaria y social, con el fin de ganar la batalla a la peor crisis sanitaria conocida en décadas».
Implementar una política nacional
Por todo ello reclaman «implementar una política nacional firme de los recursos humanos sanitarios existentes, para evitar que se produzca un colapso en el sistema, que empeore aún más la situación actual». Asimismo, solicitan que se lleven a cabo de forma rápida y contundente, «todas las acciones necesarias para dotar al personal sanitario del material y equipamiento preciso para realizar su actividad asistencial con las mayores garantías para todos. De lo contrario, nos veremos abocados a una situación aún más difícil de resolver y de imprevisibles consecuencias. Debemos minimizar al máximo los riesgos derivados de nuestra atención sanitaria. Asumimos y asumiremos nuestros compromisos, pero necesitamos realizar nuestra tarea asistencial en condiciones de máxima seguridad y con los menores riesgos posibles para nosotros y, especialmente para los ciudadanos y pacientes».
En el comunicado se recuerda que los farmacéuticos «como profesionales sanitarios, han puesto, desde el inicio de esta crisis, a disposición de las autoridades sanitarias la red de 22.000 farmacias, como establecimientos sanitarios que atienden en primera línea y sin descanso a todos los ciudadanos» y añaden que se ponen «a disposición de poder conciliar las medidas de quedarse en casa con el acceso universal a todos los tratamientos, sean ambulatorios y/o hospitalarios que eviten el riesgo de contagio, especialmente en las personas vulnerables, dependientes o en cuarentena domiciliaria».
En el caso particular de las clínicas dentales, se explica que «se ha procedido a donar todo el material de protección del que se dispone como medida de solidaridad ante la gravedad de la situación, por lo que la continuidad de la actividad clínica puede incrementar significativamente el riesgo de transmisión de la enfermedad». Por ello, salvo para situaciones de urgencia y emergencia, consideran «que es necesario decretar el cierre de las clínicas dentales durante esta situación de crisis sanitaria, habilitando centros públicos y privados para la atención de urgencias».
Y por lo que respecta a los veterinarios se afirma que quieren seguir defendiendo la salud pública «garantizando la trazabilidad de la cadena alimentaria y la sanidad y bienestar animal» y por ello también solicitan con urgencia «garantías de protección y bioseguridad tanto a nivel público como privado».
Se recuerda, por último, que «es vital que, a la mayor brevedad, se disponga de las pruebas diagnósticas que permitan disminuir al máximo las posibilidades de extensión de la pandemia, colapsando aún más los servicios sanitarios disponibles».
El comunicado finaliza con un reconocimiento a todos los ciudadanos por su compromiso y responsabilidad, y un agradecimiento a sus aplausos de reconocimiento, pero puntualiza que aún es necesario pedir «un esfuerzo sobreañadido en relación con las medidas de prevención». «Quedarse en casa –sentencian los profesionales sanitarios– es una obligación. Por nuestros mayores, por nuestras familias, por nuestros vecinos, por los que menos tienen, por todos. Juntos Venceremos.»