La Asociación Española Contra el Cáncer y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, a través de las 499 farmacias de la provincia, han lanzado una nueva campaña de concienciación para advertir de los riesgos para la salud de las cabinas solares. El objetivo principal es destacar la peligrosa relación del bronceado artificial con el cáncer de piel, un mensaje avalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha clasificado estas cabinas en la primera categoría de riesgo de cáncer.
Más perjudiciales que los rayos solares
Los aparatos de bronceado artificial –lámparas y camas de bronceado– emiten radiación ultravioleta (rayos UVA y UVB) para activar la producción de melanina y que nuestra piel se ponga morena. Estos rayos artificiales son iguales que los que el sol genera, pero en diferente proporción y, por lo tanto, más peligrosos. «La intensidad de radiación ultravioleta emitida por las camas de bronceado es muy superior a la de la radiación solar, resultando mucho más perjudiciales que los rayos solares y aumentando el riesgo de sufrir un cáncer de piel», recuerda la vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Virginia Barrau.
Bronceado artificial y cáncer de piel
Los mensajes que estos días están difundiendo las farmacias de Zaragoza y las redes sociales de la Asociación Española Contra el Cáncer y de la organización colegial recuerdan los daños que provoca la exposición a estos rayos. Desde los más habituales, como quemaduras solares, reacciones fototóxicas y fotoalérgica y envejecimiento prematuro de la piel, hasta daños más graves como el melanoma cutáneo y varios tipos de carcinomas.
Las camas solares están clasificadas en el Grupo 1 como «cancerígenas para los humanos», el puesto más elevado en la clasificación que elabora la OMS, que recuerda que el uso de los aparatos de bronceado artificial está aumentando la incidencia de los principales tipos de cáncer de piel y reduciendo la edad de su primera aparición.
La nueva campaña de los farmacéuticos y de la Asociación Española Contra el Cáncer también explica que, aunque existen camas solares que se comercializan para el tratamiento de ciertas patologías de la piel y otros órganos, siempre deben contar con la prescripción y supervisión de un médico.
Desde la Asociación Española Contra el Cáncer, su gerente en Aragón, Patxi García, incide en que «es fundamental trabajar para que la sociedad conozca que estos elementos de bronceado son cancerígenos, por lo que el riesgo de desarrollar un cáncer en la piel es muy elevado y debería ser evitado al máximo».