El farmacéutico de hospital como especialista en el medicamento debe asumir más protagonismo en la atención hospitalaria del paciente crónico. Para esta experta, «no existe una atención integral en salud sin una atención integral del medicamento y ésta nunca será óptima si no hay un farmacéutico, en este caso de hospital, en los equipos interdisciplinares».
En este entorno sanitario, el farmacéutico de hospital desempeñará un papel fundamental en la conciliación de tratamientos tanto en el momento de ingresar como en el alta hospitalaria, en la simplificación terapéutica en pacientes que toman varios tratamientos, y en el uso de medicamentos en situaciones especiales, que son frecuentes en el paciente crónico. Por este motivo, la SEFH ha desarrollado su primer Plan Estratégico de Atención Farmacéutica al Paciente Crónico para dar respuesta a la necesidad de mejorar la atención farmacéutica al paciente crónico y al tiempo optimizar recursos en tiempos de crisis
Paciente crónico: farmacoterapia
El paciente crónico suele convivir con varias enfermedades. Como indica María García-Mina, «la polimedicación es inevitable y de ella se deriva un aumento de interacciones y de efectos adversos de los fármacos».
Algunos trabajos realizados por farmacéuticos de hospital han mostrado la frecuencia y la gravedad que tiene la prescripción inadecuada, sobre todo en la población mayor polimedicada. Por ejemplo, según los resultados preliminares del estudio Atención farmacéutica al paciente pluripatológico, que se ha presentado en el Congreso, un 95,6% de estos pacientes presenta algún tipo de problema relacionado con la medicación.
Esta investigación, llevada a cabo por el Grupo Cronos de la SEFH sobre 229 pacientes, constató que el 71,2% presentaba algún tipo de prescripción farmacológica inadecuada. En concreto, se realizaron 622 recomendaciones para cambiar o modificar la medicación, de las cuales se aceptaron 429 (69,6%). Y estas intervenciones del farmacéutico de hospital propuestas y aceptadas resolvieron el 71,7% de los casos de los problemas relacionados con la medicación.
Pero a los riesgos de la polimedicación hay que unir las comorbilidiades propias que presentan estos pacientes, su valoración funcional y situación social, lo que como indica esta especialista impide que se puedan aplicar las Guías de Práctica Clínica. Por este motivo, subraya, «el abordaje de la cronicidad debe hacerse centrándose en el paciente y no en la enfermedad».
En palabras de la experta de la SEFH, hay que tener en cuenta que «el estado de salud del paciente crónico es dinámico. Por tanto, hay que hacer un seguimiento continuo y permanente del tratamiento». También hay que ser prudentes en cuanto a la utilización de medicamentos que llevan menos de cinco años en el mercado, adecuación de dosis y no olvidar que «la farmacoterapia, además de centrarse en la patología concreta, estará condicionada en muchas ocasiones por la aparición de los síndromes geriátricos; estreñimiento, deterioro cognitivo, disfagia, úlceras por presión, dolor, incontinencia, ya que el mayor porcentaje de crónicos son pacientes mayores».
La farmacia hospitalaria se reorienta
En los últimos años los servicios de farmacia hospitalaria se han ido trasformando y han pasado de estar más enfocados a atender a un porcentaje pequeño de pacientes con una única patología a tener que responder a las necesidades de un número elevado de pacientes, la mayoría de edad avanzada, que conviven con varias enfermedades y son polimedicados. Así, las personas con patologías crónicas son usuarios habituales del SNS.
Ante este nuevo modelo asistencial la especialista García-Mina tiene claro que «los farmacéuticos de hospital debemos adaptar nuestra formación y la forma de tratar a estos pacientes». «En este sentido –puntualizó–, una de nuestras reivindicaciones históricas es la historia centralizada, que permitirá que todos los profesionales sanitarios conozcamos las características de un paciente al momento. Una información indispensable para mejorar la adherencia al tratamiento y la calidad de vida de estas personas».
La cronicidad en cifras
En la actualidad las enfermedades crónicas constituyen la llamada «epidemia sanitaria del siglo XXI», suponen la principal demanda sanitaria (motivan el 60% de los ingresos hospitalarios), y son la primera causa de gasto sanitario en nuestro país, en gran parte debido a las descompensaciones de dichas patologías y a la necesidad de hospitalizaciones reiteradas.
De hecho, la mayor parte de los ingresos urgentes o no programados en los hospitales son de pacientes crónicos, siendo los problemas con la medicación la causa de cerca del 30% de dichos ingresos. «Sin embargo, muchos de ellos son evitables si se dispone del asesoramiento del farmacéutico», concluye esta experta.
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