Los datos de dicha encuesta han reflejado una clara diferencia por sexos, ya que el 13,05% de los hombres ha presentado un nivel de riesgo diabetes alto o muy alto; mientras que en mujeres, este porcentaje ha sido del 8,71%. Por edades, los participantes con un nivel de riesgo alto o muy alto han tenido en promedio 57 años, mientras que en el lado opuesto el nivel de riesgo inferior se ha presentado en una media de 42 años. Además, entre los participantes que han presentado niveles de glucosa alta en alguna ocasión, un 69,17% ha tenido riesgo alto o muy alto frente al frente al 6,74% en personas con riesgo inferior. En cuanto al porcentaje de personas con riesgo alto o muy alto con antecedentes familiares en padres, hermanos o hijos ha sido del 75% y un 23,43% se han situado en riesgo inferior.
Para Raquel Martínez, secretaria general en funciones del CGCOF, «esta campaña ha puesto de manifiesto la necesidad de seguir contribuyendo a la promoción de la salud y la prevención de la diabetes». Por otro lado, Martínez ha destacado «el potencial de la farmacia comunitaria en la recogida de datos epidemiológicos».
Por su parte, Juan Francisco Perán, presidente de la FEDE, ha considerado fundamental «el trabajo de los profesionales farmacéuticos a la hora de detectar nuevos casos de personas con alto riesgo de padecer diabetes». De esta forma, ha reiterado «la importancia de desarrollar iniciativas en colaboración, promovidas por entidades profesionales y de pacientes, a través de las que nos ayuden a prevenir el desarrollo de la diabetes, así como a fomentar una buena educación terapéutica que permita mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta patología».