Esta tendencia positiva es el resultado de «la colaboración ciudadana y el compromiso compartido de la industria farmacéutica, farmacias y distribución, junto al apoyo de las autoridades medioambientales y sanitarias», indica el estudio. «Durante 2020, cada catalán depositó 103 gramos de envases vacíos o con restos de medicamentos en los Puntos SIGRE de la farmacia, superando en 11 puntos la recogida media por habitante al año alcanzada a nivel nacional».
Además de estos datos, el estudio también muestra que «en el 94% de los hogares catalanes se reciclan medicamentos y que existe una alta sensibilización de sus ciudadanos (84%) en cuanto a su deseo de seguir profundizando en la importancia que tiene el reciclado de estos residuos en el cuidado del planeta y su impacto en la salud pública».
Asimismo, en cuanto a los antibióticos, «casi la mitad de los ciudadanos (49%) aún no es consciente de que tirar estos medicamentos a la basura contribuye al desarrollo y dispersión de resistencias a los mismos».
Por otro lado, según este sondeo, la crisis sanitaria, una vez superado el confinamiento estricto vivido en 2020, «no ha tenido efectos negativos en este hábito de cuidado de la salud pública y medioambiental, ya que el 91% de los catalanes asegura que la pandemia no ha influido en sus hábitos de reciclado de restos de medicamentos y envases en el Punto SIGRE».
Por último, el estudio poblacional también ha valorado la opinión de los farmacéuticos sobre el sistema y gestión de SIGRE: «El 94% de los farmacéuticos califica positivamente la gestión de SIGRE desde su puesta en marcha».