Su método de ventas consistió en visitar una a una las farmacias cercanas y, si no estaban interesadas, les daba muestras del bálsamo gratis y una tarjeta de contacto. En poco tiempo las farmacias vendieron las muestras y los pedidos llegaron.
Alfred Woelbing siguió produciendo en la cocina de su casa por muchos años hasta que se mudó a su actual fábrica en 1975. Ese paso significó la expansión definitiva de Carmex internacionalmente y el asentamiento en EE UU.
En 1988 se lanzó un formato que cambiaba el característico tarro por un tubo que facilitaba la aplicación.
En 2001 se creó la gama Moisture Plus, y las variantes del clásico tarro con sabor a cereza y fresa, por votación popular.
En 2012 nuevos sabores como vainilla, lima o granada se sumaron a la familia, este último sabor con el objeto de conmemorar el 75 aniversario de la marca que se cumplió hace tres años.
PVP Carmex original se vende en farmacias y parafarmacias con un PVP de 5,25 €.
Carmex, el primer bálsamo con historia
Alfred Woelbing, creador de Carmex, sufría de calenturas, pero gracias a su espíritu emprendedor y su habilidad para la química casera, pudo solucionar por sí mismo su problema gracias a la creación de un remedio hecho a mano que, en 1937, empezó a producir como Carmex.