Dolor de muelas, cistitis y catarros, las patologías donde más se abusa de los antibióticos

El buen uso de los medicamentos es crucial para combatir la resistencia a los antimicrobianos

El último Observatorio de Tendencias Cofares: “La Resistencia Antibacteriana, ¿una amenaza para la salud pública?” pone de manifiesto que patologías comunes como el dolor de muelas, las infecciones de tracto urinario y las infecciones invernales que afectan a la nariz, los oídos y la garganta son en las que se produce un mayor abuso de los antibióticos en España. Entre las principales conclusiones, este trabajo recoge una magnitud inapropiada en términos de prescripción de antibióticos en estas tres afecciones.

El informe, elaborado en el marco de la “Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos” impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), refleja que alrededor de 35.000 personas mueren cada año en Europa, 4.000 en España, como consecuencia de infecciones resistentes.

Para desarrollar este Observatorio de Tendencias Cofares se ha analizado, por una parte, la evolución de la demanda en farmacias de medicamentos antibióticos en los últimos años, y, por otro, se ha realizado una investigación documental y bibliográfica para avanzar en el conocimiento de las patologías donde más se prescribe este tipo de fármacos.

De los resultados obtenidos, se desprende que en Odontología se prescriben en torno al 10% del total de los antibióticos consumidos, de los cuales se estima que el 70% de los casos de estas prescripciones no se consideran adecuadas. En paralelo, se observa que las infecciones del tracto urinario (ITU) son la segunda causa más frecuente de prescripción de antibióticos, después de las infecciones respiratorias. De hecho, una de cada cuatro mujeres recibe antibióticos inadecuados como tratamiento.

En lo que respecta a las infecciones respiratorias, se concluye que la mayor parte de los síntomas de las enfermedades invernales pueden aliviarse con otros medicamentos que pueden adquirirse sin receta en la farmacia. De hecho, entre el 44% y el 98% de las prescripciones de antibióticos para las infecciones del tracto respiratorio se clasifican como inapropiadas. En este sentido, cobra especial importancia el papel del farmacéutico, que puede recomendar y aconsejar sobre el mejor medicamento a administrar, evitando así un consumo excesivo de antibióticos.

Evolución de la demanda en las farmacias

El análisis del Observatorio de Tendencias Cofares recoge que en los años previos a la irrupción de la pandemia de la COVID-19 existía un patrón estacional de la demanda de antibióticos, que contemplaba volúmenes significativos en seis de los 12 meses del año y máximos absolutos y relativos en las estaciones de otoño e invierno.

Un patrón que se vio alterado en la temporada 2020-2021, al registrarse una significativa disminución de la demanda. Esto es consecuencia de la llegada de la pandemia y las correspondientes medidas de protección instauradas: el confinamiento domiciliario, la distancia social, el uso sistemático de la mascarilla y la higiene de manos. Tras la relajación de estas restricciones, vuelve a aparecer a partir del otoño de 2021 un patrón similar al prepandémico, aunque sin alcanzar hasta la fecha los mismos niveles de demanda (Figura 1). En lo que respecta a la demanda acumulada de medicamentos antibióticos se ha observado un aumento del 3% en volumen de unidades respecto a los niveles prepandemia. Las comunidades autónomas con más peso y crecimiento en la demanda de este tipo de fármacos son: Madrid (Peso 23%, +7%), Comunidad Valenciana (Peso 14%, +8%) y Andalucía (Peso 11%, +6%). 

Figura 1. Evolución de la demanda de antibióticos

 

 

Papel de la farmacia comunitaria

Los programas de gestión de antibioterapia son estrategias multidisciplinares que mediante la coordinación de distintos agentes sanitarios buscan optimizar el potencial terapéutico de los antibióticos y minimizar la aparición y propagación de resistencias a los antimicrobianos. Los farmacéuticos pueden jugar desempeñar un papel crucial en dichos programas, tanto en el ámbito hospitalario como en el comunitario, como indican desde el Observatorio.

Los programas piloto en las farmacias comunitarias han mostrado beneficios en la reducción de las expectativas de los pacientes a recibir antibióticos en infecciones autolimitadas y a su vez disminuyendo la presión sobre médicos de atención primaria en la prescripción. Además, han permitido recopilar datos relevantes acerca de las propias infecciones, los factores de riesgo, las alergias y los conocimientos que hay sobre los antibióticos entre la población general.

Según Cofares, las farmacias comunitarias están bien posicionadas para contribuir significativamente a la implementación de programas de información y prevención en el uso de antibióticos, ya que pueden participar activamente en la educación del paciente, promover el uso racional de antibióticos y proporcionar asesoramiento adecuado sobre la adherencia a la medicación y los posibles efectos adversos.

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