Este distintivo reconoce a aquellas empresas que destacan «de forma relevante y especialmente significativa en la aplicación de políticas de igualdad de trato y de oportunidades con sus trabajadores y trabajadoras».
Este sello de excelencia en materia de igualdad, tiene una vigencia de tres años. Las entidades a las que se les concede pueden ser referencia para otras en cuanto a incorporación de buenas prácticas de igualdad de género. Además, tienen la obligación, entre otras, de remitir a
Compromiso con la igualdad
El objetivo de Boehringer Ingelheim es lograr que la igualdad entre mujeres y hombres sea cada día más real y efectiva y contribuir a mejorar el bienestar y la calidad de vida de la sociedad empezando con el cuidado del clima laboral interno, la cultura del diálogo, el reconocimiento de los empleados y empleadas, así como el respeto por la diversidad.
En este sentido, a través de su «Plan de Igualdad», puesto en marcha en 2010, la compañía se compromete claramente a fomentar el equilibrio de la representatividad de género en su entorno sociolaboral y a garantizar que la trayectoria profesional de las mujeres y de los hombres se desarrolle en plena igualdad de trato y de oportunidades. Señal evidente de la política igualitaria de recursos humanos de Boehringer Ingelheim es que del 44,9% de las mujeres que trabajan en la empresa, el 32% ocupan cargos directivos, cifra muy superior a la media española que se sitúa en el 10%.
Las políticas de esta farmacéutica con sus colaboradores y colaboradoras en España han merecido recientemente diversas distinciones como
Aportar valor a través de la innovación
Boehringer Ingelheim se instaló en España en 1952, y a lo largo de estos más de 50 años ha evolucionado hasta situarse en la posición nº 11 del sector farmacéutico en nuestro país. Actualmente, más de 1.700 colaboradores y colaboradoras contribuyen a «Aportar valor a través de la innovación», la visión de Boehringer Ingelheim desde 1885.
Boehringer Ingelheim tiene una clara vocación industrial en nuestro país, donde cuenta con dos centros estratégicos de producción internacional en la provincia de Barcelona: uno en Malgrat de Mar, de producción química, que exporta a más de 25 países, y otro en Sant Cugat del Vallès, dedicado a la producción farmacéutica, desde donde se fabrican fármacos para más de 100 países de todo el mundo.