Fundamentos: retos financieros para la farmacia comunitaria
Australia tiene 5.510 farmacias comunitarias1 que dan servicio a una población de 24,1 millones de personas2. Sólo un farmacéutico licenciado puede poseer una farmacia. La mayoría de los medicamentos con receta se entregan a través del Pharmaceutical Benefits Scheme (PBS), un sistema de subsidios del gobierno en el que los consumidores asumen una parte del coste de los medicamentos (por cada prescripción, 6,20 dólares australianos los pensionistas y hasta 38,70 dólares los no pensionistas), y el resto es financiado por el gobierno de la Commonwealth. Las reglas de localización garantizan una distribución geográfica uniforme de las farmacias que suministran los medicamentos del PBS. No se puede abrir una farmacia nueva en un radio de 1,5 km de una farmacia PBS autorizada (si bien existen excepciones a esta regla). Esto ha creado una red de farmacias comunitarias más accesible a los australianos que los consultorios médicos, los hospitales o los supermercados.
Además, los medicamentos genéricos de gran volumen de ventas se han visto sujetos a grandes reducciones de precio a lo largo de la última década mediante una serie de mecanismos de ajuste y competencia dentro del sector. Algunos de estos mecanismos de ajuste son los siguientes:
• Comunicación de precios. Los descuentos que los mayoristas ofrecen a los farmacéuticos, que suelen animar a las farmacias a acumular stocks de una marca determinada de genéricos, se comunican al gobierno. Esta comunicación se utiliza para reducir el precio PBS de los medicamentos hasta la cantidad media pagada por las farmacias por el fármaco (tanto genérico como de marca), poniendo en riesgo servicios gratuitos que hasta ese momento se habían financiado con esos ingresos (p. ej., entrega a domicilio, sistemas personalizados de dosificación, etc.). Con esta medida, se han producido múltiples revisiones de este mecanismo de precios, lo que ha facilitado mucho el ahorro estatal; los datos de tesorería indican que el gobierno se habrá ahorrado 20.000 millones de dólares en 2020.
• Reducciones de precio obligatorias. Cuando expira una patente, los medicamentos PBS se someten a una reducción de precio obligatoria del 16%.
• Fuerte competencia entre farmacias. La última década ha visto el surgimiento de un modelo agresivo de descuento farmacéutico en Australia, tanto en medicamentos con receta como sin receta. Se ha centrado sobre todo en los medicamentos PBS de menos de 38,70 dólares australianos (unos 25 euros) para no pensionistas, a los que las farmacias pueden aplicar descuentos.
• Eliminación del PBS de muchos medicamentos de bajo coste. Esta medida, aplicada desde el 1 de enero de 2016, implicó que dejasen de financiarse algunos fármacos, como el paracetamol, los antiácidos y algunos antiinflamatorios.
Cambios recientes del modelo de remuneración
Los siguientes cambios recientes del modelo de remuneración han ayudado a mejorar la viabilidad de la farmacia:
• Remuneración por dispensación. La remuneración por dispensar medicamentos cubiertos por el PBS se calcula mediante una serie compleja de tasas. Dado que la comunicación de los precios hizo bajar sensiblemente el precio de los medicamentos, las farmacias perdieron mucho margen mientras los costes de los salarios y los alquileres aumentaban. Se negoció un cambio en el sistema de financiación a partir de julio de 2015, que sustituyó un porcentaje de margen por un pago fijo que se denominó «Tasa de administración, manipulación e infraestructura» (administration, handling and infrastructure, AHI) (tabla 1).
La AHI ha significado que las farmacias son menos vulnerables desde un punto de vista financiero a la reducción de precios de la mayoría de medicamentos PBS (con un coste inferior a 180 dólares, unos 116 euros). Además, por primera vez muchas de estas tasas se ajustan cada año según la inflación.
Reducir la dependencia en la remuneración por dispensación
La mayor parte de los ingresos de una farmacia (cerca del 70%) ha procedido tradicionalmente del PBS. El Pharmacy Guild of Australia (la patronal de dueños de farmacias) ha trabajado para ayudar a reducir la dependencia de la farmacia de este factor mediante las siguientes medidas:
• Identificación y apoyo de alternativas de ingresos, sobre todo de servicios profesionales remunerados.
• Desarrollo de herramientas de apoyo que estimulen el negocio que no depende de medicamentos de prescripción.
• Creación de la campaña «Descubre más, pregunta al farmacéutico», para fidelizar a los consumidores con la farmacia.
El giro hacia la remuneración por los servicios profesionales
El número de servicios profesionales que ofrecen las farmacias australianas ha crecido rápidamente en los últimos años. En la tabla 2 se indica una selección de los servicios más habituales que ofrecen las farmacias comunitarias a sus clientes.
Los farmacéuticos australianos generalmente no necesitan ninguna credencial adicional para proporcionar servicios profesionales, si bien en algunos casos (como en la revisión de medicamentos a domicilio) el organismo financiador sí que la exige. El Programa de Calidad de la Asistencia Farmacéutica, del Pharmacy Guild of Australia, es un programa de garantía de calidad para las farmacias comunitarias de Australia: alrededor del 95% de ellas están acreditadas con este programa. Si bien esta acreditación no es necesaria para obtener la correspondiente licencia, existen determinados incentivos económicos para las farmacias que acreditan algunos servicios específicos. Entre ellos se incluyen los sistemas personalizados de dosificación, las intervenciones clínicas y el servicio de entrega fraccionada. Para ayudar a las farmacias a registrar los servicios y sistematizarlos dentro de la propia farmacia, la empresa informática de la asociación, GuildLink, ha desarrollado un software que permite registrar las consultas profesionales en los ordenadores de la farmacia, en lugar de en papel.
Los farmacéuticos australianos siempre han sido reticentes a cobrar a los consumidores por sus servicios profesionales. Sin embargo, a medida que ha ido aumentando la presión financiera las farmacias han empezado a cobrar por servicios que antes habían ofrecido de forma gratuita. Mi experiencia ha sido que los consumidores se avienen a pagar por servicios en los que perciben un valor añadido.
Mejorar la calidad de la entrega de medicamentos sin receta
En Australia existen muchos medicamentos disponibles exclusivamente en farmacia para el tratamiento de afecciones menores que no requieren receta (antifúngicos tópicos, antagonistas del H2, envases grandes de analgésicos simples, antihistamínicos no sedantes, etc.). Los consumidores a menudo no saben cuáles son los medicamentos más eficaces para ellos, y muchos de estos trastornos no se tratan de la forma adecuada. Por ejemplo, un consumidor puede comprarse un antiácido para tratar el reflujo, cuando un inhibidor de la bomba de protones sería más eficaz. Existen herramientas y programas de apoyo al negocio que animan a los farmacéuticos a involucrarse en las ventas de medicamentos sin receta. Esto mejora la salud y la experiencia de los consumidores, a la vez que aumenta la cifra de gasto en cada transacción.
Fue muy inspirador un farmacéutico que declaró con orgullo: «Donde soy más valioso para mis clientes y mi negocio es hablando con los pacientes en la farmacia. El resto de las funciones procuro delegarlas todo lo posible entre el personal».
Impacto en mi farmacia
Estos servicios han mejorado mi relación con los clientes y me han permitido proporcionarles un mejor servicio de salud. También han aparecido otros beneficios, como la detección más rápida de problemas que requieren prescripción, la mejora en la fidelidad de los clientes y más paciencia por su parte cuando tienen que esperar para ser atendidos. Como farmacéutico empleado, estos servicios significan que estoy utilizando las habilidades y la formación que obtuve en la universidad para ayudar a mis clientes. Para mi jefe, estos servicios son cada vez más importantes para la estabilidad financiera del negocio.
Con los años, a medida que la comunidad vaya envejeciendo y padeciendo más enfermedades crónicas, la demanda de nuestros servicios irá creciendo. Si bien seguirán existiendo retos financieros para las farmacias, las que aprovechen estas nuevas oportunidades para transformar su modelo de negocio serán las que tengan más probabilidades de seguir siendo viables para apoyar a su comunidad durante muchos años.
Referencias
1. Datos de la Guild, octubre del 2015.
2. Departamento de estadística, Gobierno australiano. Abril de 2016. Disponible en: www.abs.gov.au