El propio Julio Sánchez Fierro, director del encuentro, ya había afirmado durante la inauguración que el entorno sanitario está cambiando y que el envejecimiento progresivo de la población y la cronicidad de muchas enfermedades obligan al farmacéutico a posicionarse.
También el vicepresidente del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, Jordi de Dalmases, y el presidente de Cofares, Eduardo Pastor, coincidieron en destacar que el sistema sanitario tiene que reformularse pensando en la cronicidad y que la red de farmacias debe estar preparada para asumir el reto. «El Instituto de Formación –dijo Pastor– es un firme defensor del papel del farmacéutico en esta nueva realidad social». Y en ello insistió también Emilio Lora Tamayo, rector de la UIMP, quien además recordó que la atención domiciliaria está auxiliada por las nuevas tecnologías.
De todo ello habló en profundidad Lluís Triquell, socio-director de Antares Consulting, en la conferencia inaugural del encuentro, titulada «Envejecimiento o longevidad un nuevo paradigma asistencial: Modelos internacionales, necesidades, barreras y soluciones». Triquell insistió en el progresivo envejecimiento de la poblacion –«en 50 años pasaremos de 12.000 personas con más de cien años a 22.000»– y auguró que el gran reto será gestionar la dependencia. Aseguró que este reto supone una gran oportunidad para la farmacia, que deberá garantizar la continuidad asistencial, al tiempo que defendió la necesidad de que los diferentes profesionales sanitarios cooperen entre ellos. El objetivo, dijo Triquell, «ha de ser mantener a las personas en su domicilio con bienestar», proporcionar soporte al envejecimiento activo y saludable y facilitar la vida a las personas frágiles y a sus cuidadores con tecnologías móviles y robóticas.
En una línea similar, Carlos Rodríguez, CEO de CofniFit España, recordó que «las demencias afectan a un número creciente de mayores» «En la actualidad en España –dijo– 3 de cada 10 personas mayores de 65 años sufren algún tipo de deterioro cognitivo que altera su personalidad y destruye de forma gradual su memoria y su independencia». En este sentido, pronosticó que «dentro de pocos años el entrenamiento de las capacidades cognitivas mediante ejercicios personalizados a través de los sentidos será algo tan habitual como lo es hoy el entrenamiento físico en los gimnasios».