Para la ocasión Antonio Abril preparó un discurso sobre «Responsabilidad social de la farmacia. Consideraciones y perspectivas sobre el modelo solidario de distribución», en el que destacó «la especial y trascendental contribución de la farmacia al tejido sanitario, socio-económico, productivo e industrial español, mediante aportaciones que solo alcanzan su verdadera dimensión si se valora adecuadamente el intachable comportamiento del sector durante estos años de desvelos financieros». Reconoció Abril que la Administración «persigue el legítimo empeño de pagar menos», pero dejó constancia del compromiso de los farmacéuticos «a la disminución de la factura sanitaria», defendiendo y reivindicando «la preservación del componente social del actual modelo de farmacia, el único que se ha revelado realmente válido y que antepone los intereses de la población y la vocación de servicio a cualquier otra circunstancia».
Antonio Abril afirmó que su defensa del modelo de farmacia y de distribución «no es una postura meramente corporativista», pues «se basa en su condición de componente estratégico fundamental, cuyo impacto social va mucho más allá que su mera contribución sanitaria».
El nuevo académico finalizó su intervención afirmando que la farmacia «necesita un marco legislativo adecuado y estable que le permita diversificarse y ofrecer, al margen de la prescripción de medicamentos, servicios por los que empezar a cobrar cuando la coyuntura económica lo permita».
El acto tuvo lugar en el Salón de Actos del Museo Arqueológico y la presentación corrió a cargo de Máximo Poza Poza, presidente de Honor de la academia murciana.
Fue un acto entrañable y multitudinario en el que no faltaron familiares, amigos y personalidades de la ciencia y cultura de la Región de Murcia