La nueva ministra de Sanidad llega al Ministerio avalada por una sólida trayectoria política desarrollada en la Junta de Castilla y León entre 1987-1990 (con Aznar como presidente), como diputada de la Comunidad de Madrid (1991-1993), Eurodiputada (2004-2008) y como diputada nacional desde 2008 hasta la actualidad, tarea que ha compaginado con la dirección de diferentes campañas electorales del PP, incluyendo las últimas elecciones generales.
Nacida en 1959, Ana Mato es Licenciada en Ciencias Políticas y en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, está divorciada y tiene tres hijos.
Primeras reacciones del sector farmacéutico
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha ofrecido a Ana Mato su colaboración para trabajar por «un Pacto por la Sanidad con todos los partidos políticos, Administraciones públicas y profesionales implicados», así como por «una cartera básica de servicios públicos y comunes para todos los ciudadanos, que garantice su financiación». Los farmacéuticos han expresado a la nueva ministra su apoyo y el compromiso asistencial de la red española de farmacias comunitarias en el objetivo de hacer más eficiente y sostenible el sistema sanitario español.
Por su parte, la Federación Española de Distribuidores Farmacéuticos (FEDIFAR) se pone a disposición del nuevo equipo ministerial «para tratar los temas que afectan a la distribución farmacéutica, al sector en general y a la salud de la población». Además, la distribución farmacéutica confía en que Ana Mato considere como premisa que «Ministerio y representantes del sector del medicamento busquen juntos soluciones para que el Sistema Nacional de Salud (SNS) y el tejido empresarial que lo sostiene superen la comprometida situación que atraviesan». Con este fin, pide «un marco estable y homogéneo con el que las empresas puedan planificar su actividad con la suficiente previsión».
También Farmaindustria ofrece «toda su colaboración» a Ana Mato y le traslada la necesidad de un marco «estable y predecible» para el sector. Destaca, asimismo, que la nueva ministra de Sanidad tiene una dilatada y contrastada experiencia política y confía en que «ello redunde en un mayor y mejor entendimiento con los distintos agentes del sistema».