Si se protege a la mucosa de las sustancias nocivas y otros factores dañinos, esta puede recuperarse y regenerarse por sí misma.
Las sustancias mucoadhesivas –como los polisacáridos vegetales o la miel– que forman una película protectora sobre la mucosa, son agentes adecuados, ya que, además de proporcionar protección física, poseen un efecto hidratante y fluidifican la mucosidad pegajosa, facilitando la expectoración con la tos. Al ser antioxidantes, los flavonoides se unen a los radicales libres que se pueden generar en el organismo como consecuencia de la infección.
Existen varios estudios clínicos al respecto que ilustran el efecto positivo de la mucoprotección mecánica sobre el alivio de la tos asociada a los resfriados en pacientes pediátricos donde la mejoría de la tos nocturna fue particularmente notable.
La película protectora sobre la mucosa reduce el contacto con las sustancias irritantes, así como con los microorganismos y, por lo tanto, favorece la regeneración fisiológica de la mucosa.
El uso de los jarabes de origen natural es seguro y eficaz, y se puede esperar el inicio de la acción desde el primer día de tratamiento.
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