«La atención primaria es el eje central de nuestra política de sanidad y, en este modelo, es importante la conectividad con la comunidad y el papel del farmacéutico como agente de salud», ha dicho Alba Vergés, que también ha destacado la extensa red de farmacias y el gran éxito de la presente edición de Infarma.
Por su parte, Jordi de Dalmases, presidente del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona, ha destacado dos grandes retos para la profesión. El primero, la digitalización del sector, «donde debemos estar preparados para aprovechar las oportunidades que nos puede proporcionar la tecnología». Y, el segundo, el envejecimiento progresivo de la población y la cronificación de la enfermedad, donde es crucial «definir cómo se resolverá este desafío en el mundo sanitario y concretar el papel que tendrá el farmacéutico como profesional cercano a la población». A ello ha añadido que «tenemos mucho que aportar para mejorar los resultados de salud».
El presidente del COF de Madrid, Luis González, ha señalado que «la profesión está muy viva y debemos explicar hasta dónde somos capaces de llegar en la promoción de hábitos saludables, en la prevención de las enfermedades y en la mejora de la salud desde la oficina de farmacia. Estas son propiedades de la profesión que van completamente en línea con el lema de la presente edición de Infarma ‘La salud nos conecta’».
Finalmente, Jesús Husillos, teniente de alcalde y concejal de Gobierno de Igualdad y Bienestar Social de L’Hospitalet de Llobregat, ha aprovechado su presencia en Infarma para expicar el proyecto de clúster de salud que se creará en la ciudad «con el Hospital de Bellvitge y el IDIBELL y el futuro Museo de Historia de las Ciencias de la Salud, todo ello un aliciente de desarrollo industrial basado en el mundo de la medicina y la farmacia».
En la inauguración de Infarma 2019 también han estado Raquel Martínez, secretaria general del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España; Francisca Aranzana, directora del Congreso 2019 y vocal de Oficina de Farmacia del COF de Barcelona; y Jorge Arqué, presidente de Interalia.
«Los farmacéuticos pueden funcionar como sensores inteligentes para ayudar a los ciudadanos a conseguir una mejor adherencia a los medicamentos, que es el gran fracaso del sistema sanitario». Son declaraciones del doctor Julio Mayol, director médico del Hospital Clínico San Carlos, durante la conferencia inaugural de Infarma Barcelona 2019, titulada «Innovación en salud», en la que también ha hecho hincapié en la importancia de que el sector farmacéutico se sume a la innovación sanitaria para progresar y estar cada vez más cerca de los ciudadanos.
Tras un repaso por los avances más significativos del último siglo, la conferencia se ha centrado en el momento actual y en los retos que afronta la farmacia comunitaria en un mundo extremadamente tecnológico. Y es que todavía existen problemas y necesidades no cubiertas donde la farmacia puede marcar la diferencia y aportar valor a la sociedad. La monitorización, la mejora de la adherencia, el perfeccionamiento de la dispensación y sobre todo la aportación de consejo profesional son los puntos de inflexión para convertir al farmacéutico en parte de proceso de innovación.
Según el doctor Mayol, los impulsores del cambio en el sector son el desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías, la actualización de conocimientos y los propios pacientes. En las personas, como agentes de cambio, es donde el sector farmacéutico y sanitario debe centrar su innovación. «El gran reto de la farmacia comunitaria es su papel en la lucha contra la despersonalización. El farmacéutico es el primer punto de contacto humano a nivel sanitario con el paciente», ha afirmado el doctor Mayol.
La tecnología y los conocimientos supondrán un cambio en el modelo de prestación de servicios, pero la verdadera innovación estará en ponerlos al servicio de las personas. El análisis de comportamientos en redes sociales y la gestión de la ingente cantidad de datos de los que disponemos servirán para entender mejor las relaciones humanas y de las organizaciones.
Los profesionales sanitarios se pueden ver amenazados por los avances tecnológicos que se implantan cada día, desde el aprendizaje constante de los robots y algoritmos, que en algunos casos ya son capaces de identificar enfermedades y síntomas, hasta la digitalización de la cirugía. A pesar de ello, o precisamente debido a este feroz avance de las máquinas frente a los humanos, en la conferencia se ha apuntado que la atención personalizada es la clave para mantener la relevancia de las oficinas de farmacia. Las nuevas tecnologías permitirán al farmacéutico descargarse de tareas que no son significativas para su trabajo y liberarse para seguir aprendiendo y generando valor para el ciudadano.