En esta nueva jornada sobre las úlceras por presión se celebrarán diferentes actos de información, llamamiento o reivindicación, en los que se volverá a incidir en unas lesiones que afectan a más de 100.000 ciudadanos en España cada día; que contra lo que se piensa, no son invisibles, a pesar del enorme desconocimiento que de ellas se tiene; que aumentan el riesgo de mortalidad en cuatro veces y hasta en seis si media una complicación frecuente como es la infección; que necesitan que la comunidad científica use el protocolo adecuado para disminuir la aparición de las úlceras al menos en un 95% y de forma especial para que todos aprendan las cinco reglas de oro de la prevención.
En esta jornada el GNEAUPP –nacido en 1994– hace un nuevo llamamiento a los profesionales de la salud para que apliquen las directrices de prevención de eficiencia reconocida, así como a los pacientes y sus familiares para que exijan que los profesionales hagan uso de la mejor práctica para evitar estas lesiones, que se han venido convirtiendo en una 'epidemia viva en pleno siglo XXI', una «epidemia debajo de las sábanas».
No duden en acudir a su enfermera de referencia ante cualquier leve enrojecimiento en zonas sometidas a presión o humedad antes de que avance el problema o para recabar información fiel de cómo atajar este grave problema antes de que se presente.
Las cinco reglas de oro
1. Movilización: porque la inmovilidad es el principal aliado para su desarrollo, debiendo realizar cambios de postura frecuentes en razón del riesgo del individuo, tanto si está acostado, lo recomendado es cada dos horas, y si permaneciera sentado, una hora.
2. Superficies especiales para el manejo de la presión: existen numerosos dispositivos específicos, como colchones y cojines dinámicos y estáticos, que ayudan eficazmente en la prevención y el tratamiento de las úlceras y que habrán de proveerse, por su alto valor, en todos los contextos asistenciales (hospital, residencia, pero también en el domicilio).
3. Higiene: la limpieza y el secado meticuloso de la región del cuerpo expuesta a incontinencia, la hidratación de la piel y especialmente la aplicación local de ácidos grasos hiperoxigenados en zonas sometidas a presión y roce, son armas de probada valía científica.
4. Nutrición: adecuada en macro y micronutrientes específicos que han demostrado su capacidad para aumentar la resistencia de los tejidos ante la presión mantenida, la fricción o la humedad, agentes causales básicos de estos procesos.
5. Apoyo sanitario: los cuidadores de pacientes deben solicitar y recibir el apoyo de enfermeras expertas para evaluar el riesgo de desarrollar úlceras por presión y elaborar un plan preventivo individualizado y efectivo.
Esta Jornada forma parte de la campaña que el GNEAUPP inició el año 2010, con el lema «Stop a las úlceras por presión», de la que se puede encontrar información en la página web www.gneaupp.org